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10 ideas para que tu hijo coma pescado

Niño vestido de chef apoyado en una mesa
4 Min de lectura
Si la comida o la cena se convierten en momentos de disputa y no logramos que nuestros hijos coman ciertos alimentos, como el pescado, debemos tener en cuenta algunos aspectos que nos pueden ayudar.
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Mercè Gonzalo
Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética de MAPFRE

Blog Salud MAPFRE es un blog referente en el mundo de la medicina gracias a que todos sus contenidos están escritos por médicos especializados.
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica, ayudándote en tus cuestiones sobre la salud del cuerpo y la mente.

Hay ciertos alimentos que suelen ser poco aceptados por el público infantil y uno de ellos es el pescado. Sea por las espinas, por el poco sabor de algunos o el sabor fuerte de otros… el pescado es uno de los alimentos que por lo general más cuesta que coman con normalidad y sin quejas. ¿Necesitas algunas ideas para que tu hijo coma pescado?

Intentar que coman acompañados de otros niños a los que sí les guste el pescado, hacer una presentación atractiva y vistosa, con distintas texturas y colores para que sea más apetitoso o escoger tipos de pescado con poca espina, ya que las espinas pinchan y son difíciles de apartar; estos son algunos consejos  para conseguirlo:

Algunos consejos para que tus hijos coman pescado

Comer en compañía de otros niños

A menudo el comportamiento de los niños varía en función del ambiente en el que se encuentren, de manera que generalmente aceptarán mejor tomar un alimento nuevo o poco deseado cuando lo tomen en compañía de otros niños que si lo coman.

Involucrarle en la preparación de la comida

Generalmente la cocina es una tarea reservada a adultos y los niños no entran en contacto con los alimentos hasta que se les presenta el plato en la mesa. Dentro de sus posibilidades debemos permitir y animar a que colaboren en todo el proceso previo: compra, lavado, pelado, cocinado, presentación. Cuando los niños se implican en la preparación de un plato valoran más esa labor y aceptan mucho más el resultado final animándose a probar cosas nuevas.

Presentación apetitosa

No pensemos que para un niño tomar pescado tiene que consistir en comer merluza al vapor; juguemos con todas las posibilidades que tenemos para dar nuevas formas, colores, texturas y sabores al plato. Una presentación atractiva y vistosa siempre ayudará a una mejor aceptación.

Evitemos las espinas

Uno de los principales problemas del pescado son las espinas, pues para ellos es engorroso apartarlas, pinchan… Escojamos tipos de pescado con poca espina (rape, merluza…) o piezas de pescado sin espina (lomos o corazones). Podemos adquirir filetes congelados sin espina, la calidad nutricional del pescado congelado será buena siempre que su congelación y conservación en frío haya sido correcta.

Formando parte de platos que le agraden

Si existen preparaciones que se aceptan bien podemos introducir el pescado en estas preparaciones, por ejemplo: pasta con trocitos de salmón, pastel de merluza y gambas, buñuelos o croquetas de bacalao, bocadillo de calamares, hamburguesas de jurel, rape en su salsa preferida.

Presentar poca cantidad y cuando tenga hambre

En ocasiones el problema que puede representar un alimento nuevo o poco aceptado se puede ver agravado por el hecho de ofrecer demasiada cantidad o servirlo cuando el niño tiene poca hambre, debemos evitar estas coincidencias.

Dar ejemplo

Los niños son imitadores natos, nada mejor para que acepten un alimento que comer todos lo mismo y ver como los demás, padres, hermanos, amigos… comen todos el pescado igual que él o ella y con total normalidad.

Ofrecer diferentes variedades de pescado

Existen muchas variedades de pescado y muchos tipos de preparaciones posibles, quizás el bacalao no sea bien aceptado pero sí lo sea la merluza, tal vez no soporte las sardinas pero sí los salmonetes, juguemos con la variedad y poco a poco iremos introduciendo más diversidad a la dieta.

No perder la calma ni el buen humor

A pesar de que la comida a menudo representa un motivo de preocupación y esto puede desembocar en tensión y nervios, procuremos no perder los nervios y mantener siempre una sonrisa que siempre favorecerá un buen resultado.

Crear ambiente favorable

Distendido y abierto a cambios. Es complicado que un niño que no sea buen comedor de por sí coma bien en un ambiente con prisas, tensión, malas caras, ajetreo, desatención o atención excesiva…

Niño comiendo salmón con arroz

Debemos respetar las iniciativas de nuestro hijo, si quiere tomar el alimento junto con otro o por separado, o el orden en que desee comer. El respeto de estas pequeñas iniciativas puede favorecer que se acabe aceptando el alimento rechazado de entrada.

Hay que animar a comer de todo y no rendirse, sacar fuerzas para seguir intentado la aceptación de los alimentos mediante distintas estrategias, ahora bien, no forzar u obligar a comer pescado.

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Publicado por Mercè Gonzalo
- 3 Nov, 2021
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