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No quiero dar el pecho, ¿qué hago?

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La lactancia materna es el alimento ideal para el bebé durante los primeros meses de vida. Sin embargo, la decisión última de amamantar al bebé es de la madre.
Doctora Esther Martinez
Dra. Esther Martínez
Nº Colegiado 080837747 | Licenciada en Medicina y Cirugía. Especialista en Pediatría con Formación en Alergología de MAPFRE | Web

Pediatra, experta en acupuntura y nutrición oncológica. Actualmente lidera la Unidad de Oncología Pediátrica Integrativa del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Ha sido pionera en España desarrollando la acupuntura infantil como un procedimiento médico complementario, seguro e indoloro. Compagina su trabajo con la docencia.

Lactancia artificial

Dar lactancia artificial puede ser debido a tres causas principales:

No puedo dar el pecho

Hay mujeres a las que amamantar les resulta difícil. Algunas mamás llevan mal la dependencia extrema que se origina con el bebé con la lactancia materna exclusiva y buscan soluciones más prácticas desde su punto de vista.

Los bebés que toman biberón lo hacen cada tres horas, en cambio, los bebés alimentados con pecho no respetan esos horarios y piden mamar más a menudo. Ante este ritmo muchas personas opinan que la causa es que el niño pasa hambre y que la mamá no tiene leche suficiente. Esto no siempre es falso, pero sí la mayoría de veces. De hecho, en ocasiones el bebé no está ganando peso e incluso pierde y la madre tiene leche casi a rebosar, siendo entonces un problema de succión, de posición o de frenillo sublingual que dificulta la extracción de leche.

En otros casos, la producción de leche puede ser menor de la esperada y dificultar la alimentación del bebé. A esta situación se la llama hipogalactia o escasa producción de leche.

Las causas de hipogalactia son poco frecuentes y se pueden resumir en:

  • Estrés emocional muy importante: el estrés disminuye la prolactina, que es la hormona que produce la leche.
  • Hipotiroidismo no diagnosticado: la mujer al no saber que tiene una alteración de la tiroides produce menos leche. Una vez que se trata el problema, la producción de leche se normaliza.
  • Retención de placenta: cuando la placenta se expulsa es el pistoletazo de salida para que se empiece a producir leche. Si queda una parte de la placenta dentro del útero, no se producen los cambios hormonales necesarios para producir leche.
  • Agenesia del tejido mamario: se produce cuando el tejido mamario no madura suficientemente durante el embarazo. Es una afección rarísima.
  • Cirugía previa de la mama: normalmente depende del tipo de cirugía realizada.
  • Síndrome de Sheehan: es la necrosis de la hipófisis o parte de ella por falta de riego sanguíneo durante el parto, normalmente porque la mujer ha perdido mucha sangre. Al no producirse prolactina ni oxitocina, no puede crearse leche.
  • Deficiencia de prolactina: la mamá tiene una deficiencia congénita de esta hormona. Es una afección rarísima.

En muchos casos, el no poder dar el pecho como utópicamente se había pensado durante el embarazo, puede generar un sentimiento de culpa y decepción en la mujer.

Contraindicación médica para dar el pecho

Hay muy pocos casos en los que está contraindicado dar el pecho. Estos casos residuales pueden ser debidos a problemas del recién nacido o problemas maternos.

  • Enfermedades metabólicas: galactosemia, enfermedad de orina jarabe de acre (fenilcetonuria).
  • Problemas maternos: drogadicción y alcoholismo materno, quimioterapia oncológica, tratamientos o procedimientos radioactivos, SIDA, desnutrición grave materna, enfermedad psiquiátrica grave materna, TBC activa, cáncer de mama.

Decisión de la mujer de no amamantar

Cada mujer decide si quiere o no dar el pecho a su hijo. Al ser una decisión personal, debe ser respetada por todos. No se debe culpabilizar a la madre, ya que ser madre es mucho más que dar el pecho.

Hoy en día se comercializan leches para lactantes cuyo perfil nutricional se asemeja al de la leche materna, siendo muy bien toleradas por el bebé y con la seguridad de que crecerá sin problemas. Déjate aconsejar por tu pediatra sobre qué leche es más conveniente para el bebé.

¿Podré crear un vínculo fuerte con mi bebé si no doy el pecho?

Por supuesto que sí. Dar el pecho es una forma magnífica de fortalecer la conexión entre la mamá y el bebé, pero no es la única.

A la hora de las comidas, cógelo en brazos cerca de ti y mírale a los ojos. Incluso puedes sujetarlo en la misma posición que lo harías para darle el pecho, con tu piel en contacto directo con la del bebé. Intenta cambiar la posición en cada toma: una toma en el brazo derecho y la siguiente en el izquierdo, imitando los cambios de postura del bebé alimentado a pecho.

La relación con el bebé no se basará únicamente en la capacidad para darle el pecho. La forma en la que respondes a sus necesidades, a su llanto, la frecuencia con la que lo tienes en brazos y juegas con él, y tu forma de ser como madre en general importan mucho más que la manera de alimentarlo.

Lo que debes saber…
  • No poder dar el pecho puede generar un sentimiento de culpa y decepción en la mujer.
  • Dar o no dar el pecho a su hijo es una decisión personal de cada madre.
  • Hay casos en los que está contraindicado dar el pecho.
¿Sabías qué…?

En el caso de querer que el bebé se alimente con leche materna, hay bancos de leche materna en España que la proporcionan. Para poder informarse, puedes consultar a la Liga de la Leche de España.

Publicado por Dra. Esther Martínez
- 3 Nov, 2021
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