Uno de los factores que más influyen en la decisión de compra de un vehículo es la seguridad, es decir, los sistemas de ayuda a la conducción y otras prestaciones que reducen las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico y sus consecuencias. Por ello, en España, una de las preguntas que más se repiten respecto a los coches eléctricos es si son, como mínimo, igual de seguros que los de gasolina o diésel.
A pesar de los múltiples beneficios de los coches ecológicos, todavía siguen existiendo ciertas reticencias a conducir uno de ellos. En cualquier caso, si la seguridad es el aspecto que más preocupa, la realidad demuestra que los modelos eléctricos se pueden utilizar con la misma tranquilidad, e incluso más, que un vehículo convencional con motor de combustión. Desde que se lanzaron al mercado este tipo de coches, los fabricantes han ido desarrollando diferentes versiones para perfeccionar su sistema.
Así, en la actualidad es posible encontrar coches eléctricos en España con una autonomía superior, un precio más reducido y todas las garantías en cuanto a seguridad. No hay que olvidar que, en Europa, los coches eléctricos también pasan las pruebas Euro NCAP del mismo modo que los convencionales.
Seguridad de los coches eléctricos
- Un vehículo eléctrico permite incorporar sin ningún problema los mismos sistemas de seguridad activa que uno de combustión. Esto hace referencia al control de tracción, control de estabilidad, ABS, control de crucero, frenado de emergencia, etc.
- En cuanto a los elementos que componen la seguridad pasiva de un coche, ocurre exactamente igual. Un modelo eléctrico también incluye airbags, chasis y carrocería con el máximo refuerzo, parabrisas con la misma composición, entre otros elementos.
- Las baterías que incluyen los vehículos ecológicos no se consideran un motivo de preocupación, ya que se encuentran protegidas por un compartimento que en caso de producirse un accidente, con total probabilidad se mantendrán intactas. Además, incorporan un sistema que corta el flujo de la corriente eléctrica ante una situación de peligro si se produce un siniestro muy grave.
- Aunque el coche se mueva con electricidad, no existe ningún riesgo de electrocución cuando llueve o en el caso de que el mismo atraviese una gran balsa de agua. Todos los modelos eléctricos deben contar con la homologación correspondiente en este sentido, lo que significa que las baterías están perfectamente protegidas y que el conjunto cuenta con un sistema de desconexión de la corriente.
- Las posibilidades de que un coche eléctrico se incendie son menores que en el caso de uno convencional, donde el gasoil o la gasolina son altamente inflamables. Además, las baterías que incorporan los modelos ecológicos están fabricadas con componentes no incendiables. Sin embargo, existen excepciones en las que las baterías puedan sufrir algún fallo y como consecuencia se produzca un sobrecalentamiento. Si esto sucede, la llama que se generaría sería progresiva y en cualquier caso, aparecería un aviso en el cuadro de instrumentos del habitáculo o directamente se cortaría el suministro de energía.
Como vemos, los coches eléctricos en España y en cualquier parte del mundo ofrecen la misma seguridad que cualquier otro tradicional. Con tu seguro de coche MAPFRE, además, tendrás las mejores condiciones y una asistencia muy completa, para que disfrutes de la conducción y no tengas que preocuparte por nada más.