Todo apunta a que el futuro de los coches será eléctrico. Sin embargo, mientras llega ese momento, la autonomía de este tipo de vehículos aún no es demasiado duradera, ya que en la mayoría de los casos las baterías permiten recorrer 300 kilómetros aproximadamente. Además, los puestos de recarga aún son insuficientes si se comparan con el número de estaciones de servicio que existen.
Teniendo en cuenta que estas circunstancias son dos de los principales obstáculos que los conductores encuentran a la hora de comprar un coche eléctrico, Amazon ha desarrollado su nuevo proyecto atendiendo a un problema que hasta ahora no parecía tener solución.
¿Cómo funciona este dron?
La idea es muy sencilla: si conduciendo por una carretera, la batería del coche eléctrico está a punto de agotarse, el dron de Amazon llegará al rescate para poder realizar la recarga sin necesidad de que el vehículo se detenga. Para disfrutar de este servicio, será necesario solicitarlo desde la aplicación de la compañía y a partir de ese momento, el dron se dirigirá al punto exacto por el que vaya circulando el coche. Para facilitar la búsqueda, el vehículo debe incorporar un identificador externo que se coloca en la parte superior.
En el prototipo que Amazon ha diseñado se puede apreciar que esta tecnología consistiría en una estructura en el techo del coche que permite el enganche del dron para realizar la carga.
Dado que por el momento la compañía únicamente ha registrado la patente, quedan muchas dudas en el aire. Entre ellas por ejemplo, si existirá un límite de distancia para poder solicitar el dron, si el coche podrá soportar el peso de estos aparatos, de dónde obtendrá la energía para cargar el vehículo, el precio del servicio, etc.
El coche del futuro
Aunque en nuestro país la venta de coches eléctricos aún es mínima (944 unidades de enero a septiembre de 2017), este modelo se debe enfrentar a retos importantes en los próximos años. Según los planes de la Comisión Europea, el objetivo que se debe alcanzar para el año 2030 en cuanto al nivel de emisiones de dióxido de carbono es reducirse en un 30%.
Por lo tanto, la estrategia consiste en potenciar la compra y el uso de vehículos ecológicos. Esto no sólo afecta a los conductores, sino que los fabricantes también deben centrarse en fabricar modelos con cero emisiones.
En España sobre todo, el parque móvil es considerablemente antiguo y para reducir la contaminación de las ciudades es preciso tomar conciencia sobre el problema y adoptar un cambio de paradigma para utilizar vehículos que se muevan con combustibles alternativos, tanto a nivel particular como desde el punto de vista del transporte público.
Además de establecer estos objetivos, desde Europa también se han comprometido a mejorar la infraestructura de los puntos de recarga, sin la cual los coches eléctricos no podrán experimentar el empujón que necesitan.
El coche del futuro no sólo se presenta ecológico, sino que también incorporará los últimos avances tecnológicos. En este sentido, la adaptación de los vehículos para que el dron de Amazon sea una realidad supone una novedad sorprendente. Esperemos que todos estos avances lleguen cuanto antes, aunque siempre será necesario contar con un seguro de coche que ofrezca un servicio para cubrir los huecos que la tecnología no pueda abordar.