Hasta que se ha comenzado a aplicar la nueva normativa de emisiones, el impuesto de matriculación de los coches se basaba en las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Con la puesta en marcha de la actual regulación, este precepto se sigue manteniendo aunque ahora se utilizan mediciones más rigurosas. Esto desencadena en que un mismo vehículo pueda producir un mayor nivel de emisiones en comparación con el caso anterior y como consecuencia sería necesario pagar un tramo más alto en el referido tributo.
Como hemos comentado, el protocolo WLTP no modifica los límites de CO2 o NOx, sino que simplemente realiza una medición más exhaustiva en condiciones reales de conducción de estos gases. El novedoso ciclo pone a prueba los coches en distancias más largas, ya sea en carreteras abiertas al tráfico para alcanzar velocidades altas o en entornos urbanos donde es necesario realizar un mayor número de maniobras. Por ello, es probable que los resultados finales de estas pruebas sean superiores, hasta en un 40% más, a las cifras que los fabricantes de coches suelen homologar en las especificaciones de cada modelo.
El objetivo de esta normativa de emisiones es alcanzar unas homologaciones de gases contaminantes que sean reales, tomando como referencia las situaciones de circulación reales. Así, desde el 1 de septiembre de 2018, todos los coches nuevos matriculados deben pasar los nuevos tests y en función de las emisiones que se registren, los conductores tienen que abonar el impuesto de matriculación según el tramo que corresponda.
Consecuencias de la nueva normativa de emisiones
Uno de los primeros efectos que ha ocasionado esta medida es la instauración de un panorama en el que conviven vehículos que ya fueron matriculados según la normativa NEDC y otros que se ajustan al reglamento WLTP.
Sin embargo, uno de los aspectos que más preocupación ha causado entre la población ha sido el relativo al incremento del impuesto de matriculación. De hecho, este cambio de regulación puede originar que ciertos vehículos que anteriormente estaban exentos de pagar este tributo por encontrarse por debajo de los 120 g/km de CO2, en la actualidad se vean obligados a abonar una determinada cuantía por verse incrementado este límite en algunos g/km.
Según algunas estimaciones, se prevé que hasta 6.000 versiones de coches nuevos se verán afectados por la nueva normativa de emisiones en cuanto al cambio de tramo impositivo. Asimismo, otra consecuencia importante que puede acarrear esta norma es el cambio en las etiquetas medioambientales de muchos vehículos por la explicación que hemos dado.
Aún está por ver qué estrategias adoptarán las marcas de coche para compensar el incremento generalizado de la carga impositiva, que pueden orientarse hacia ofrecer ofertas de precio más atractivas o mejorar las condiciones de financiación de las compras. En cualquier caso, la normativa de emisiones también afectará al stock del mercado, ya que muchos fabricantes se verán en la obligación de descatalogar algunos modelos de su gama por no cumplir con los estándares de gases contaminantes.
Ante los efectos que ocasionaría esta nueva regulación, es interesante destacar el récord histórico de ventas de vehículos que se ha producido durante el mes previo a su entrada en vigor. En total, durante el mes de agosto de 2018 se matricularon 107.692 unidades, lo que supuso un incremento del 48,7% respecto al mismo periodo de 2017.
Ya sea aprovechando los fuertes descuentos de los concesionarios o adquiriendo un modelo de segunda mano o de kilómetro cero, es importante concienciarse sobre la reducción de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Realizando una conducción más suave y sensata también se puede contribuir a este fin, aunque lo realmente importante es la seguridad al volante y para ello, nada mejor que contratar un seguro de coche que incluya las coberturas más completas para ofrecer la máxima protección en cualquier circunstancia.