El salón de Frankfurt fue el escenario elegido por Renault para presentar su nuevo vehículo Symbioz, un prototipo del coche del futuro que se espera llegue a las carreteras en el año 2030. Además de tratarse de un modelo autónomo y 100% eléctrico, no podía faltar la conexión con cualquier aspecto del día a día, como por ejemplo la agenda, documentos, redes sociales, música, etc.
El Symbioz de Renault no sólo ha sido diseñado para desplazarse de un punto a otro, sino que viendo su estructura cabe plantearse si algún día se podrá vivir en un vehículo. El interior de este coche hace sentir a sus ocupantes como si estuvieran en el sofá de su casa y al mismo tiempo, su alta versatilidad lo convierte en el elemento idóneo para poder colocarse en cualquier espacio exterior y disfrutar del entorno cómodamente. Renault ha sabido aplicar el concepto de innovación para proponer al mundo una rompedora conexión entre vivienda y automóvil.
Symbioz como simbiosis de potencia y aplomo
Para cumplir con su objetivo, el Symbioz de Renault es un coche grande, tanto que mide 4,70 metros de longitud, casi 2 de ancho y 1,35 de alto. En cada centímetro de su superficie se respira atractivo gracias al predominio del cristal sobre su carrocería de fibra de carbono, contribuyendo así a crear una figura fina y robusta al mismo tiempo.
Sus luces consiguen pasar casi desapercibidas por el moderno diseño que tienen, algo que no sucede con la tercera luz de freno que incorpora en la parte superior a modo de aleta de tiburón. El modelo Symbioz también alberga 4 puertas que se abren de forma opuesta, de tal forma que queda un amplio paso para entrar o salir del vehículo e incluso para contemplar una puesta de sol como si se estuviera en el porche de una casa.
Para mover esta segunda vivienda se han instalado dos motores eléctricos que ofrecen una potencia de 650 CV. A pesar de tratarse de un coche 100% eléctrico, el Symbioz de Renault permite acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 6 segundos. Una vez alcanzada una velocidad constante, proporciona una autonomía de 500 kilómetros. Además, las baterías se podrán recargar rápidamente, llegando hasta el 80% del total en tan solo 20 minutos conectado a un punto eléctrico.
Symbioz de Renault por dentro
En el interior del coche se encuentran los mismos materiales que podríamos ver en cualquier casa, como son la madera, el mármol, el lino o la porcelana. No obstante, para no comprometer la seguridad y adaptarlos a las necesidades de un vehículo, todos ellos se han tratado con técnicas especiales.
Su habitáculo es perfectamente modulable para adaptar los distintos elementos a cada situación. Así, los asientos delanteros se pueden girar 180 grados para que queden alrededor de una pequeña mesa plegable que aparece en el centro.
El control del coche se realiza a través de una pantalla de 80 centímetros, la cual hace las veces de cuadro de mandos y gestión del sistema de infoentretenimiento. Cuando se activa el modo autónomo, los elementos de conducción, como el volante y los pedales, desaparecen para permitir que el conductor pueda realizar otras tareas mientras se desplaza.
El Symbioz de Renault se ha presentado, sin duda, como el coche del futuro, pero aunque se pueda conducir solo e incluya plenas garantías de seguridad, siempre será necesario desplazarse acompañado con el seguro que mejor se adapte a las características de cada vehículo.