La irrupción del carsharing permite a cualquiera que tenga carnet de conducir, disponer de un coche durante horas o minutos para desplazarse. Quienes se mostraban reticentes a tener su coche propio pero no querían dejar de moverse en vehículo, han encontrado la solución perfecta en esta idea.
Las empresas que gestionan la flota de vehículos de carsharing son las que se encargan de todos los gastos relacionados con el coche, como seguro, combustible o mantenimiento. De esta forma, el usuario sólo tiene que preocuparse de reservar el coche que se encuentre más cercano a su posición, conducirlo y pagar el importe de acuerdo al tiempo que lo haya utilizado.
Antes era habitual alquilar un coche para realizar un trayecto de largo recorrido, pero en la actualidad, gracias al carsharing, es posible disponer de un vehículo para desplazarse dentro de una misma ciudad.
Consejos para usar carsharing de forma correcta
Una vez que ya te has registrado en alguno de los servicios de carsharing que existan en tu ciudad, es preciso conocer algunos tips para utilizar este servicio sin ningún sobresalto:
- Por norma general, los coches de carsharing son eléctricos, por lo que el usuario deberá aparcarlo siempre con un nivel de carga mínimo.
- El tiempo desde que reservas el coche hasta que lo utilizas es de 20 minutos.
- Antes de arrancar el vehículo es necesario revisar su estado y en el caso de que haya algún desperfecto o avería, hay que avisar a la empresa o de lo contrario, el responsable de ello será el último conductor que haya cogido el coche.
- En caso de accidente, es preciso comunicarlo a la compañía o bien completar el parte de accidentes.
- Si el vehículo es robado, el cliente también debe informar a la empresa lo antes posible, así como poner una denuncia en la Policía.
- El ordenador de a bordo que suelen incorporar los coches de carsharing, normalmente sólo funciona cuando hay cobertura. En el caso de que sea necesario gestionar algo urgente, es aconsejable utilizar el teléfono de atención al cliente.
- Lo más normal es que si el coche se ensucia demasiado, el usuario tenga que asumir los gastos de limpieza.
- Los coches de carsharing no se pueden utilizar para arrastrar otros vehículos, transportar productos peligrosos, desplazamiento retribuido de personas o cosas, circular por zonas que no sean vías ordinarias en competiciones deportivas o en cualquier otro caso en los que exista un potencial peligro.
- Puede suceder que la empresa de carsharing aplique un recargo especial a aquellos clientes que hagan uso del teléfono de emergencias sin que realmente sea una situación de tal calibre.
- De igual modo, también se pueden fijar suplementos al precio inicial cuando el coche se encuentre en alguna situación inadecuada, como por ejemplo con las luces encendidas, si no está cerrado correctamente, etc.
- Asimismo, el cliente debe hacerse responsable de unos gastos adicionales cuando no comunique un accidente, si le han puesto una multa, por fumar dentro del vehículo, por transportar animales, etc.
Además de estas recomendaciones para desplazarse sin ningún problema con un coche de carsharing, también es necesario revisar las condiciones legales de cada compañía en concreto, ya que según el sistema que utilice cada una, los clientes deberán actuar de una forma u otra. También es importante revisar las tarifas para no llevarse ninguna sorpresa a la hora de revisar el cargo en el banco.