Dado que los bebés no cuentan con un sistema inmunológico desarrollado, es necesario dispensar las vacunas para que el organismo produzca las defensas necesarias. Como ya se sabe, estos productos biológicos contienen una parte del microorganismo que provoca la afección, por lo que es posible que el niño presente algunos efectos secundarios como consecuencia de ello.
El calendario de vacunación infantil sirve para saber cuándo es el momento de suministrar las vacunas a los hijos con el objetivo de llevar un control más exhaustivo. En cualquier caso, la gestión de las mismas siempre debe realizarse por un médico o pediatra. La primera vacuna se suministra en el propio hospital donde ha nacido el bebé, que se corresponde con la Hepatitis B. A partir de ese momento, los padres tienen que permanecer atentos a las siguientes fechas que se corresponden con los 2 meses, 4 meses, 6 meses, 12 meses, 18 meses, 4 años, 6 años, 12 años y 14 años.
Diferencias en el calendario de vacunas infantiles entre comunidades autónomas
Cada comunidad autónoma fija su calendario específico en función de los recursos económicos con los que cuente. Esto significa que tanto las vacunas que establezcan formalmente las diferentes regiones como el Ministerio de Sanidad son totalmente gratuitas, ya que están financiadas por el Estado. Fuera de estos casos, los profesionales sanitarios también pueden aconsejar a los padres la aplicación de otras vacunas que son altamente recomendables para evitar el desarrollo de ciertas enfermedades graves, aunque en este supuesto el coste corre a cargo de los propios interesados.
Cambios en el calendario de vacunación infantil entre un año y otro
En 2018, los cambios en el calendario de vacunación que se realizaron no fueron demasiado extensos, aunque se amplió el listado de las vacunas no financiadas pero que se aconsejaban poner, como la del meningococos B en lactantes, tosferina en adolescentes, papiloma humano, etc.
Actualmente, todos los niños tienen que recibir las vacunaciones frente a hepatitis B, difteria, tétanos, tos ferina acelular, sarampión, rubeola, parotiditis, varicela, entre otras que se consideran obligatorias. En determinados casos, se establece una nueva dosificación de refuerzo para conseguir una protección adecuada.