Contratar una compañía móvil trae consigo, normalmente, una permanencia obligada. La duración del contrato suele ser de unos 18 meses, en los que estás atado de pies y manos; y si quieres rescindir el compromiso, te penalizan. Se trata de la mejor baza de los grandes operadores: retienen a sus clientes durante un largo tiempo a cambio de móviles de alta generación, o algún descuento. Entonces, ¿Cómo anular la permanencia en la telefonía móvil? ¿Acaso no es posible alguna opción?
Generalmente, el usuario se encuentra en situación de indefensión y desconoce que existen vías para no pagar multas. No obstante, para anular un contrato debe existir un motivo de incumplimiento grave por parte de la compañía de telefonía móvil. Estas infracciones se suelen dar con mayor asiduidad de lo que se piensa, y son de índole variada:
- Cambios en la tarifa a peor, sin aviso previo al usuario.
- Altas en diferentes servicios sin consentimiento del cliente.
- Cobro de llamadas no realizadas.
- Calidad inferior a la pactada (por ejemplo, en servicios de navegación por Internet).
En estos casos, al consumidor le respalda la ley y como tal tiene derecho a dar de baja su contrato con la actual compañía sin penalización alguna. Sabiendo esto, ¿cómo anular la permanencia en la telefonía móvil? En muchas ocasiones, el usuario por temor o pereza a enfrentarse a las grandes compañías acaba pagando, quitándose así “de líos”. Estos clientes deben conocer que existen mecanismos que pueden respaldarlos, orientarlos y encargarse de cualquier trámite. Actualmente, cada vez son más las familias que necesitan asesoramiento y apoyo en su vida cotidiana. Un seguro de protección jurídica familiar brinda la opción de contar con expertos legales que orientan y representan al cliente en todos los trámites necesarios y pertinentes.
Una póliza brinda la ayuda de expertos jurídicos que explican las claves concernientes a cómo anular la permanencia en la telefonía móvil. Claves que otorgarán al usuario seguridad y tranquilidad a la hora de firmar un contrato con alguna compañía de telefonía móvil. Si la compañía telefónica móvil rompe alguna de las cláusulas del contrato, la ley respalda al consumidor y la póliza asume los gastos para su defensa. Un seguro de protección jurídica familiar, además, ofrece al beneficiario todas las coberturas jurídicas que pueda necesitar para protegerse a sí mismo y a los suyos.
