Existen infinidad de motos en el mercado, diseñadas para necesidades heterogéneas: desde las baratas utilitarias hasta máquinas de carreras capaces de acelerar más rápido que los coches de carreras más caros.
En España tenemos la suerte de poder usar una moto de 125 cc con tres años del carné de coche. Por su practicidad, bajo consumo y buen clima, se están convirtiendo en una opción cada vez más popular para la movilidad urbana. No solo salen más baratas a la hora de matricular y llenar el depósito, sino que te evita todos los problemas de tráfico y aparcamiento.
Sin embargo, como todo vehículo a motor de combustión interna, su consumo dependerá en gran medida del uso que haga su conductor. Existen varios trucos para ahorrar gasolina en la moto, y si los practicas conscientemente, rápidamente se convertirán en hábitos que te pueden suponer un ahorro de hasta 100 euros al año.
Cuidado con los pesos
Muchos moteros equipan a sus monturas con unos baúles traseros que son muy prácticos a la hora de guardar cascos, pero éstos aumentan el peso que tiene que mover el motor y la resistencia al viento, afectando negativamente al consumo de gasolina de nuestro motor. Por supuesto, nuestro propio peso influye. Y si viajamos frecuentemente con pasajero también lo notaremos.
La importancia de los neumáticos
Los neumáticos tienen dos factores que influyen directamente en los consumos: la presión y el desgaste. El primer factor determina la superficie de goma que toca el asfalto. Cuanto más desinflada esté la rueda, más tocará el pavimento y mayor será la resistencia que tenga, por lo tanto, el consumo será mayor.
El segundo factor, el desgate, tiene que ver también con la resistencia que hace con la superficie del asfalto: cuanto más liso sea, menos resistencia ofrecerá y más gasolina ahorraremos. Eso sí, tendremos menos agarre y podría resultar peligroso, así que mejor renovar nuestras gomas en cuanto podamos.
El puño de gas
Por supuesto, no podríamos hablar de ahorro de gasolina sin hablar de uno de sus principales determinantes: el puño del acelerador. Para evitar que nuestra factura de gasolina se dispare, no debemos abrir el gas a fondo en cuanto el semáforo se ponga en verde. Es preferible llevar el motor más desahogado en marchas altas, para que las explosiones en su interior sean menos frecuentes, y aprovechar las cuestas abajo para usar la inercia de nuestro propio peso.
Hablando de inercia, las frenadas bruscas que reduzcan la velocidad rápidamente no son recomendables tampoco, ya que recuperar nuestra marcha original supone un esfuerzo mayor para nuestro motor.
Uno de los mayores factores que determinan los consumos de cualquier vehículo es la resistencia al viento, que aumenta a mayor velocidad. Por ello, uno de los grandes trucos es usar el rebufo de coches y camiones que estén ante ti: deja que ellos se encarguen de abrir paso en el viento y tu sigue su estela, pero recuerda siempre dejar una distancia prudente. Verás que tu motor estará más tranquilo.
Dos últimos consejos: cuando repostes, procura hacerlo temprano por la mañana, antes de que se caliente el ambiente. Las estaciones de servicio almacenan la gasolina debajo del suelo y ésta está más viscosa cuando hace frío. Así, cada litro cunde más. Por otro lado, cuando te encuentres en un semáforo largo (sabes bien cuales son), considera apagar tu motor para ahorrar combustible. Si dura más de 50 segundos, habrá valido la pena.
Y no olvides de proteger tu moto y a ti mismo con un seguro con una buena cobertura, como el Seguro de Motos MAPFRE.