Cuando este tipo de situaciones se agravan, tanto en intensidad como en el tiempo, la asistencia jurídica se presenta como el remedio para poner fin al conflicto. Este servicio permite ahorrar dinero y molestias cuando las circunstancias son insostenibles.
Si dispones de un seguro de hogar para proteger tu vivienda, lo más probable es que incluya una cobertura de defensa jurídica. Esta asistencia protege al asegurado frente a los gastos ocasionados por la reclamación de daños ante los tribunales, fundamentalmente los que aparecen en la vivienda por parte de terceras personas, como por ejemplo un vecino o una empresa de reformas, así como de los que pueda ser responsable la persona incluida en la póliza.
Siempre es aconsejable leer las condiciones de la póliza para cerciorarse de las garantías concretas que ofrece, ya que éstas pueden variar de unas compañías a otras. En cualquier caso, la defensa jurídica de un seguro de hogar suele contemplar los siguientes aspectos:
– Orientación legal: un grupo de expertos en materia judicial atenderá y resolverá las dudas que el cliente tenga sobre determinados problemas que atañen a la comunidad de vecinos u otros de índole personal. Normalmente, este servicio de asesoramiento se realiza por teléfono y está disponible las 24 horas del día.
– Reclamaciones: gracias a este servicio, el usuario cuenta con una ayuda extra a la hora de poner una reclamación. Los profesionales del servicio de defensa jurídica pueden encargarse de realizar estas gestiones o bien indicar cómo hacerlo de la forma más efectiva.
– Escritos legales: del mismo modo, el servicio de defensa jurídica también suele ofrecer la posibilidad de que el cliente no tenga que preocuparse por redactar cualquier documento legal.
– Gastos judiciales: con la asistencia jurídica de un seguro de hogar la elección de abogado y/o procurador y sus honorarios, así como la interposición de recursos en el proceso judicial están asegurados.
¿Por qué contar con una asistencia de este tipo?
Las comunidades de propietarios suelen ser un foco de multitud de imprevistos. Si en una de estas eventualidades, el tomador del seguro sale perjudicado, con un servicio de asistencia jurídica podrá contar con el apoyo preciso para emprender las acciones legales que sean necesarias para poner fin a la situación.
Pero además, gracias a los servicios que suele englobar, también es un recurso que nos será de gran utilidad en otro tipo de situaciones, como por ejemplo a la hora de vender o alquilar el inmueble, para interponer una demanda laboral o cualquier otro problema que aparezca en la vida diaria.