¿Por qué el bozal?
En España es obligatorio, por la Ley 50/1999, el uso del bozal en el caso de perros potencialmente peligrosos, es decir, razas como el Pit bull, Rottweiler o algunas otras, dependiendo de la localidad o la comunidad autónoma.
También deberemos llevarlo si nuestro perro pesa más de 20 kilos, cumple con los requisitos recogidos en el Real Decreto 287/2002, ha sido adiestrado para el ataque o tiene un historial de mordeduras a otros perros o a humanos.
¿Qué bozal elegir para tu perro?
Actualmente hay varias opciones, pero tenemos que tener en cuenta el tamaño y la forma de su hocico para conseguir el mejor resultado.
– Los bozales de tubo o de ajuste perfecto, puede que queden más estéticos, pero impiden al animal abrir la boca o tomar premios. No son recomendables para momentos de ejercicio al aire libre y pueden ser realmente molestos para tu mascota.
– Los bozales de cesta o canasta, permiten recibir premios, jadear y abrir la boca.
– Los collares de cabeza impiden que el perro tire para dirigir al dueño. Son herramientas meramente educativas, pero no impiden que ladre o muerda.
Poner un bozal, paso a paso
Para hacerlo solo necesitamos un bozal para perro, nuestra mascota, abundantes premios comestibles y una ración extra de paciencia.
- Saca el bozal y muéstraselo al perro, dejando que se acerque a olerlo.
- Cuando el perro lo haga, dale el primer bocado de premio.
- Sujeta un segundo bocado de premio en el fondo del bozal para guiar su hocico hacia él.
- Espera un poco y dale otro premio sólo por haber mantenido el hocico dentro del bozal.
- Repite la operación, cada vez dejando más tiempo entre premios.
- Acerca las cintas de cierre sin cerrarlas, prémiale y retira el bozal.
- Vuelve a hacer todo el proceso y esta vez cierra las cintas antes de quitar el bozal.
- Cuando el perro ya acepta el bozal, paséalo dentro de casa, para que se acostumbre a llevarlo en movimiento.
- Una vez esté habituado al bozal en casa, añadiremos la correa para dirigirlo.
- Repetir el proceso de paseo y cada vez que vayamos a un sitio nuevo.
Lo que no hay que hacer
– Ponerlo y dejar al perro sin supervisión. Ya sea porque deseas evitar que ladre cuando está solo, o prefieres evitar que haga desperfectos en la casa si tú no estás, esa no es la manera. Puede que tenga ansiedad por separación y en ese caso, esta “solución” no es otra cosa que contraproducente. Además, tu mascota puede hacerse daño y ponerse aún más nerviosa, con lo cual tampoco es un método recomendable para evitar daños en el domicilio.
– Poner un bozal como castigo. Es decir, dejar que tu animal de compañía asocie que es un objeto desagradable, producto de situaciones malas.
– Utilizarlo en contadas ocasiones, por ejemplo, la visita al veterinario o la llegada de amigos con otras mascotas a casa. Reavivarás su ansiedad. Lo ideal es que, si va a llevarlo, se acostumbre a hacerlo todos los días.
Si es tu primera vez con un bozal para perro, no te precipites y piensa en un proceso a largo plazo que, por supuesto, será lo mejor para tu mascota. Mucha suerte y ¡a por ello! Recuerda, además, que para estar más tranquilo con tu animal de compañía, puedes hacerte con un Seguro para Mascotas MAPFRE.