La experiencia en la conducción puede conllevar a que muchos conductores adopten ciertas posturas conduciendo que están prohibidas. Esto se debe a que la costumbre y la confianza al volante hacen que los desplazamientos se realicen de una forma mucho más relajada, con posiciones que no siempre son las idóneas, llegando incluso a crear situaciones peligrosas mientras se conduce un coche.
En caso de accidente y de aparecer una situación imprevista en la carretera, si el conductor lleva una postura peligrosa, las consecuencias pueden ser mucho más graves que si la conducción se realizara en una posición adecuada. Pero además de suponer un riesgo innecesario, algunas formas de sentarse en el coche están prohibidas y pueden desembocar en una multa de tráfico.
Según indica el código de circulación, “el conductor deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros”. El objetivo de esta norma no es otra que permitir que el conductor se mueva libremente, pero garantizando su propia seguridad, así como la del resto de pasajeros y demás usuarios que utilizan la vía pública.
Posturas peligrosas conduciendo más habituales
- Conducir con una sola mano en el volante mientras el otro brazo está sacado completamente fuera de la ventanilla implica una multa de 100 euros. Aunque la prohibición de este gesto es de suma importancia en el caso del conductor, el resto de pasajeros tampoco pueden sacar la mano o el brazo por la ventanilla por el peligro que ello supone.
- Es bastante habitual también llevar la mano izquierda en el volante y la derecha apoyada sobre la palanca de cambios. Al igual que en el caso anterior, además de suponer un riesgo en los desplazamientos, el contacto continuado con este elemento puede derivar en su desgaste prematuro.
- Llevar el asiento demasiado reclinado hacia atrás, aunque pueda parecer una posición muy cómoda, no es sinónimo de seguridad, ya que el conductor deberá estirar demasiado los brazos para llegar al volante.
- Al igual que en el caso anterior, si el asiento se coloca demasiado lejos del volante, el conductor deberá hacer un sobresfuerzo para alcanzarlo y llegar a los pedales. En una situación de emergencia, el tiempo para actuar será mayor que si el conductor adopta una postura correcta.
- Si no es recomendable desplazar el asiento demasiado hacia atrás, tampoco lo es conducir totalmente pegado al volante. Este último caso, resulta tremendamente incómodo, ya que los pies no cuentan con el espacio suficiente para moverse adecuadamente y las rodillas pueden impedir un giro del volante normal.
Posturas peligrosas para los ocupantes
- Aunque es bastante común ver en los vehículos al copiloto con los pies en el salpicadero, esta práctica entraña un grave peligro en caso de sufrir un accidente, ya que las lesiones en esta postura se agravan enormemente. Además, la sanción puede llegar a ser de hasta 100 euros.
- Quitarse el cinturón de seguridad durante un momento para cambiarse de asiento o para coger alguna cosa es una costumbre bastante habitual pero que resulta indudablemente peligroso.
- Independientemente de que sea con el cinturón de seguridad puesto, tumbarse en los asientos traseros es algo que no se debe hacer por las graves consecuencias que puede sufrir el pasajero en caso de siniestro.
Si eres el conductor del coche, no olvides vigilar la posición que llevan los ocupantes durante el viaje y recuerda cuáles son las posturas prohibidas conduciendo. Tu seguridad dependerá en gran medida de cómo vayan colocados tus pies, manos y espalda, teniendo en cuenta también el tipo de seguro de coche que te acompañe en tus desplazamientos.