En los últimos años, la bicicleta se ha convertido en un medio de transporte alternativo utilizado por multitud de personas en las ciudades: es beneficioso para la salud, reduce atascos, tiempo de aparcamiento y resulta muy económico. Sin embargo, ir en bici supone un peligro. Por eso muchas personas contemplan la posibilidad de contratar un seguro de bicicleta, pero ¿es obligatorio?, ¿qué ocurre si circulas en bicicleta sin seguro?
¿Por qué tener un seguro para bicicletas?
Los seguros de bicicleta no son obligatorios; por el momento no existe ninguna ley que obligue a ello. Pero, si es recomendable, sobre todo en caso de tener un accidente de circulación o ante la posibilidad de causar daños a terceros.
Un seguro para bicicletas básico debe incluir, como mínimo, la cobertura de responsabilidad civil. En caso contrario, el ciclista tendría que asumir los gastos que se deriven de los posibles daños materiales y físicos que pueda causar a terceros como persona privada durante el uso de la bici. Además, la asistencia en viaje es otra garantía imprescindible, gracias a la cual el asegurado cuenta con cobertura a partir del kilómetro cero.
Por otro lado, las pólizas más completas también pueden contar con gastos por hospitalización quirúrgica, cirugía reparadora por accidente, invalidez permanente por accidente. Entre las coberturas no puede faltar la de robo de la bicicleta, tanto si esta se encuentra en la vivienda habitual, en una segunda residencia, en el trastero o en la calle; así como los daños que pueda sufrir la bici en caso de accidente.
¿Debería ser obligatorio el seguro de bicis?
En más de una ocasión, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha planteado la posibilidad de que el seguro de bicis sea obligatorio, junto con la obtención de un permiso para circular en bicicleta.
Después de que las ciudades estén adaptando sus vías para los desplazamientos de los ciclistas, el paso lógico parece ser la suscripción preceptiva de este tipo de seguro. Y no solo en el caso de las bicicletas de uso privado, también las eléctricas como servicio público.
Por ello, es posible que en un futuro no muy lejano se establezca la obligatoriedad de contar con un seguro a terceros para ciclistas con el objetivo de responder al igual que sucede en el resto de vehículos a motor.