Una superficie mojada, una baldosa levantada, unas escaleras con alguna loseta suelta o una deficiente iluminación. Estos son solo algunos de los motivos que pueden originar un accidente en un supermercado, tanto a los propios empleados como a los clientes. En la mayoría de las ocasiones, los elementos que constituyen un peligro para sufrir una caída o una lesión son consecuencia de no cumplir con la normativa establecida.
Es importante tener en cuenta que cuando el incidente se produce en un establecimiento público, como es un banco, un cine, un gimnasio o un supermercado, lo más común es que el espacio en concreto disponga de un seguro de responsabilidad civil para asumir la indemnización que corresponda, excepto cuando la culpa de la caída o el golpe hayan sido exclusivamente de la persona que lo ha sufrido. Fuera de este último caso, es posible reclamar una indemnización por los daños personales ocasionados.
La norma que regula el derecho a recibir una compensación en caso de haber sufrido lesiones en un supermercado es el Código Técnico de la Edificación, a través del cual se regulan los requisitos básicos que debe reunir un edificio para garantizar la seguridad de las personas. En este código también se recoge el cálculo de las indemnizaciones por estos motivos.
¿Cómo reclamar la indemnización por accidente en un supermercado?
Justo en el momento de producirse el percance es conveniente presentar una reclamación en el mismo local comercial para dejar constancia del hecho y que el personal encargado tenga la posibilidad de gestionar la situación antes de llegar a la vía judicial.
Sin embargo, si no se recibe ninguna respuesta por parte del establecimiento, para poder exigir una compensación por lesiones después de haber sufrido un incidente en un supermercado es necesario justificar la situación. Para ello, es preciso disponer de alguna prueba documental donde se refleje que el accidente fue ocasionado porque las condiciones del establecimiento no eran seguras para el paso de las personas. En este sentido es sumamente práctico hacer fotografías de la zona donde se ha producido el daño.
Además de las pruebas gráficas, es recomendable conservar el ticket o la factura en caso de que se hubiera realizado alguna compra. Junto a la demanda también se debe acompañar el parte del servicio de emergencias en el supuesto de que hubiera sido necesaria su asistencia o el ticket del taxi si se optó por este medio de transporte para acudir a urgencias.
Los informes médicos donde se especifiquen las lesiones sufridas, así como los tratamientos e intervenciones si fuera el caso, constituyen asimismo una prueba para solicitar una indemnización por accidente. En la solicitud se deben completar los datos de la persona lesionada, el lugar exacto de la caída, fecha en que se produjo el suceso, las causas y una descripción breve del incidente.
Para realizar el cálculo de la indemnización, sobre todo cuando las consecuencias son muy graves, se necesita la asistencia de un perito médico para que emita un informe donde se valoren los daños corporales después de haber estudiado el historial.
Es importante recordar que para poder ejercer la responsabilidad extracontractual se deben dar una serie de requisitos: que exista una acción u omisión negligente que desencadene en un daño, actuar de tal forma que se ponga en peligro la integridad de las personas y que se produzca un daño como consecuencia de la acción anterior.