Cuando decides cambiar de compañía de seguro, uno de los documentos que te pedirán será el certificado de siniestralidad. ¿Sabes cuál es el motivo por el que piden esta documentación y cómo puedes obtenerlo? Te damos todas las claves para que sepas por qué es necesario y cómo debes realizar el proceso.
¿Qué es el certificado de siniestralidad?
El certificado de siniestralidad es un documento que recoge todos los siniestros en los que has estado involucrado como conductor en los últimos cinco años. Funciona como una especie de historial de conducción. En él aparecen tanto los accidentes en los que has sido culpable como en los que no y es fundamental para las aseguradoras, ya que les permite evaluar el riesgo que tienes como conductor.
Las aseguradoras tienen un acceso limitado a tu historial de conducción, por lo que el certificado de siniestralidad les proporciona una visión clara de tus hábitos al volante, lo que se traduce en mejores condiciones y precios si cuentas con un buen historial. En caso contrario, puedes tener primas más altas o incluso la negativa por parte de la compañía.
¿Por qué te lo pide la aseguradora?
Las aseguradoras utilizan el certificado de siniestralidad para calcular el precio de tu nueva póliza. Si tienes un historial limpio, es probable que obtengas mejores tarifas, ya que con ello demuestras que eres un conductor responsable. Por el contrario, si tienes múltiples accidentes, especialmente donde se te ha considerado culpable, la prima de tu seguro puede aumentar considerablemente.
El certificado de siniestralidad permite a la aseguradora personalizar la oferta de seguro a tus necesidades y características específicas. Al conocer tu historial de siniestros, la compañía puede evaluar el riesgo que representas y ofrecerte una tarifa que refleje adecuadamente ese riesgo.
¿Qué más necesito para cambiar de seguro?
Además del certificado de siniestralidad, las aseguradoras pueden solicitar otros documentos al cambiar de compañía o al contratar una póliza por primera vez, así que procura tenerlo en orden para poder facilitarlos y que el trámite se pueda hacer lo más rápidamente posible:
- DNI o tarjeta de residencia: este documento es necesario para comprobar tu identidad y residencia para asegurarse de que cumples con los requisitos legales para contratar un seguro en España.
- Factura de compra del vehículo y certificado de IT (Inspección Técnica): demuestra la propiedad del vehículo y el certificado de la inspección técnica sirve como documentación que acredita que el coche cumple con las normativas de seguridad y emisiones vigentes.
- Ficha técnica del vehículo: en ella aparecen las características técnicas y el historial de inspecciones del automóvil. Este documento es fundamental para que la aseguradora evalúe el estado y las características de tu coche.
- Permiso de circulación y de conducir: ambos deben estar vigentes y en regla. El permiso de circulación sirve para demostrar que tu coche está autorizado para circular legalmente, mientras que el permiso de conducir confirma que tú, como conductor, estás legalmente autorizado para conducirlo.
- Recibo del seguro anterior: generalmente, se pide el recibo del último año para que la nueva compañía puede asegurarse de que has estado asegurado de manera continua a la vez que verifica tu historial de pagos.
¿Cómo se puede conseguir el certificado de siniestralidad?
Obtener tu certificado de siniestralidad es un proceso sencillo, ya que tu actual aseguradora está obligada a proporcionártelo. Estos son los pasos a seguir para poder conseguirlo:
- Contacta a tu aseguradora para que puedan indicarte la manera de solicitarlo.
- Realiza la solicitud: asegúrate de pedir el certificado con antelación, ya que el trámite puede tardar hasta quince días. Solicítalo por escrito y guarda una copia de tu solicitud.
- Recepción del certificado: una vez que lo tengas, y envíaselo a la nueva compañía aseguradora. Asegúrate de guardar una copia digital y física del certificado para tus registros. Si tu aseguradora actual no participa en el fichero SINCO (Sistema de Información de Conductores), es posible que debas proporcionar esta información en mano a la nueva aseguradora.
¿Qué ocurre si conduces sin seguro?
Conducir sin seguro tiene consecuencias para el conductor, debes saber que la multa por hacerlo se sitúa entre los 601 y los 3.005 euros. Además de la multa económica, las autoridades pueden proceder a la inmovilización y retirada del vehículo al depósito municipal y lo que es más grave, si causas un accidente y no tienes seguro, serás personalmente responsable de todos los daños materiales y personales que se produzcan.
Para evitar problemas la mejor opción es contar con un seguro de coche con responsabilidad civil como el de MAPFRE que te ofrece todas las coberturas que necesitas, incluso la defensa de multas para que puedas viajar completamente tranquilo y disponer de la asesoría legal adecuada en caso de necesidad.
