La muerte de un ser querido es uno de los momentos más difíciles para la familia y los amigos, aunque a pesar de los sentimientos que florecen en esta situación, es necesario realizar una serie de trámites que implican algunos gastos. Por ello, una póliza de decesos se presenta como la mejor solución para cubrir este tipo de gestiones y beneficiarse de otros servicios complementarios.
La contratación de estos seguros es una de las más antiguas y en la que piensan millones de personas con el objetivo de facilitar el momento de su fallecimiento a la gente de su entorno. El capital asegurado puede variar de unos productos a otros, aunque a grandes rasgos todas las modalidades cubren el servicio de tanatorio, entierro y coche fúnebre, es decir, los gastos asociados al sepelio del asegurado. No obstante, en la actualidad es posible encontrar otras coberturas opcionales que resultan muy interesantes tanto para hacer más llevadero este trance a los familiares como para que el propio asegurado pueda disfrutar de las mismas durante su vida.
Así, a cualquier persona puede interesarle la información sobre los seguros de decesos, ya que todo el mundo puede contratar esta póliza. Esta solución es altamente flexible, debido a que es posible realizar una suscripción individual o familiar, e incluso las coberturas se pueden ampliar a los descendientes que fallecen antes de nacer o durante los primeros meses de vida.
Coberturas de una póliza de decesos
- Servicio funerario: es importante consultar previamente la información de un seguro de decesos para comprobar que los servicios se pueden adaptar a los deseos del asegurado, así como a las costumbres del lugar donde resida. En cualquier caso, es indispensable que contemple los gastos del tanatorio, la incineración o la inhumación en nicho o sepultura, junto a la lápida.
- Libre elección de cementerio: es interesante que una póliza de decesos ofrezca total libertad al asegurado o a sus familiares para elegir el lugar de enterramiento en España. Esto conlleva también el pago de los traslados nacionales e internacionales si fuera necesario.
- Asistencia a personas: teniendo en cuenta el trance tan duro que se puede llegar a pasar cuando alguien cercano fallece, un seguro de decesos debe incluir servicios relacionados con la coordinación de las prestaciones, consulta jurídica familiar, tramitación de documentos por fallecimiento, gestión de servicios a familiares o ayuda psicológica.
- Asistencia en viaje: por desgracia, las muertes pueden ocurrir en cualquier momento y lugar. Esto conlleva a que una de las coberturas indispensables de este tipo de pólizas sea la asistencia en viaje tanto para el asegurado como para el desplazamiento de algún familiar.
- Gastos extraordinarios: el interesado en el seguro de decesos debe tener la oportunidad de ampliar el capital asegurado para cubrir cualquier gasto extra que se produzca, como por ejemplo abonar los costes de un médico forense si fuera preciso.
