Por regla general, las entidades bancarias aconsejan que navegues y utilices este servicio a través de una conexión cifrada. Además, en lo relacionado a la contraseña que tienes que elegir para comenzar a usarlo, lo recomendable es que la guardes en un sitio al que sólo tú tengas acceso, aunque lo mejor es que la memorices y la destruyas. Es importante, también, elegir una clave que no sea fácil de descifrar o adivinar y desactivar las opciones que ofrece el ordenador para guardar las contraseñas, sobre todo si tienen acceso a él otros usuarios.
Por otro lado, una de las claves para un uso correcto de la banca electrónica más difundidas por las entidades bancarias es que éstas nunca te van a pedir que les envíes tus claves, nombres de usuario o cualquier otro pin relacionado, por lo que hay que desconfiar de cualquier correo electrónico que nos solicite esta información, aunque el aspecto de la notificación concuerde con el de la empresa en cuestión, con el mismo logo, estructura o tipología de letra, entre otros. En este sentido, es primordial contar con un buen sistema antivirus que detecte estas formas de estafa en la red.
Si detectas movimientos fraudulentos en tus cuentas, debes ponerte en contacto cuando antes con la entidad bancaria para que quede constancia y puedas comenzar los trámites oportunos para solucionar la situación. Además, es cada vez más común que, además de las claves para un uso correcto de la banca en línea, te ofrezcan garantías que te protejan ante estas actuaciones maliciosas y que puedas recuperar las cantidades que hayan sido sustraídas de tu cuenta corriente o de ahorro.