El plan de pensiones es un contrato de ahorro a largo plazo en el que el titular ingresa un capital periódicamente en un fondo. El gestor del vehículo, posteriormente, lo invierte en distintos activos del mercado, en función del riesgo del tipo de producto elegido. Podrás encontrar diferentes opciones aquí.
El plan de jubilación se basa en un seguro gestionado por una compañía aseguradora y se nutre con el pago de primas periódicas. En términos generales, suelen ser menos rentables que los planes de pensiones, ya que los planes de pensiones invierten en los mercados financieros.
Los seguros de jubilación son más conservadores, y MAPFRE ofrece distintas modalidades, como los PPA.
Para disponer del capital invertido en planes de pensiones, el titular debe cumplir una serie de condiciones, entre las que destaca la jubilación. El seguro o plan de jubilación no tiene estas restricciones, aunque el incumplimiento de alguna de las cláusulas del contrato puede derivar en el pago de alguna comisión.
El fin de ambas opciones es el mismo, complementar la jubilación, pero existen otras diferencias, principalmente fiscales, que pueden ayudarnos a decidir entre los dos.
Pago de impuestos
El contribuyente, por tanto, deberá abonar a Hacienda los impuestos correspondientes, en función del tipo imponible que se le practique por su retribución total en el año.
Hacienda, no obstante, incentiva este tipo de productos de ahorro y permite reducir la factura fiscal de las aportaciones realizadas a los planes de pensiones. El límite deducible se sitúa en los 8.000 euros anuales, una cifra que se reduce hasta los 2.500 euros anuales en el caso de que la aportación se realice al fondo de pensiones del cónyuge.
Las aportaciones a los planes o seguros de jubilación no cuentan con esta ventaja fiscal, pero el rescate del capital tributa en menor medida. Cuando el titular decide disponer de lo invertido en estos productos, sólo pagaremos el IRPF correspondiente a la rentabilidad obtenida.
Es decir, que el capital destinado al producto en forma de primas durante toda su vida útil está exento de tributación. El partícipe sólo pagará impuestos por la diferencia entre el dinero rescatado y las primas aportadas.
Tipos de seguros
- Planes de Previsión Asegurados (PPA): Son productos de ahorro asegurados, y la principal diferencia con los planes de pensiones convencionales es que el capital principal y el interés mínimo están asegurados a vencimiento. La rentabilidad se fija periódicamente en función de la situación de los mercados y de su evolución. Los niveles de riesgo son muy bajos.
- Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIA): Es un seguro de vida garantizado que se nutre de las aportaciones realizadas en forma de prima. El rescate del capital principal puede realizarse en forma de renta vitalicia y la remuneración va en función del tipo de interés pactado con la compañía aseguradora a la firma del producto.
Borja Carrascosa Nogales
Consultor y MBA por IE Business School
Colaborador MAPFRE