Poder descansar plácidamente en la playa o en la montaña, hacer turismo nacional o internacional… Todo suena perfecto, pero cuando tenemos un perro puede complicarse la cosa, ¿Qué hacemos con él?
Habrá familias que deseen llevar a su perro consigo y planeen el viaje entorno a él, pero habrá otras que no, o que, por diversos motivos, por mucho que lo deseen, no podrán hacerlo y tendrán que buscar alternativas, por ejemplo:
- Destinos en los que no se acepten mascotas, como en muchos hoteles, apartamentos, etc.…
- Destinos que requieran medios de transporte en los que no sea posible que nuestra mascota venga con nosotros:
- En los trenes el peso máximo de poder llevar un perro consigo son 10 kg, en caso de que lo supere, no será posible viajar en ese medio de transporte.
- Otros medios de transporte en los que nuestro perro sí puede viajar, pero el tiempo de nuestras vacaciones es tan corto, que no nos interesa que pase un mal rato en el viaje. Por ejemplo:
- Coche: perros que se ponen muy nerviosos, y jadean, lloran vomitan y lo pasan muy mal, habrá que plantear en esos casos si merece la pena llevarlo o es mejor dejarlo en alguna guardería o similar. Si decides viajar con tu perro en el coche existe una normativa que hay que cumplir.
- Avión: si nuestro perro supera el peso permitido en función de cada compañía, tendría que ir en la bodega, donde muchos perros pueden estar bastante estresados y generarles ansiedad el estar solos. Si el tiempo vacacional es corto, no compensa someter al animal a esta situación. Dependerá de cada perro y de la decisión del propietario.
¿Qué hago en caso de no poder llevarlo conmigo?
Existen varias alternativas si decidimos no llevar al perro con nosotros. Lo importante es pensar que un perro no es como un gato, este puede quedarse solo 2 o 3 días o que alguien vaya a casa a alimentarlos de vez en cuando. En el caso de los perros necesitan más atención, paseos y no estar solos durante todo el día y la noche, puede generarles ansiedad, que ladren, que rompan cosas y pasarlo bastante más, por lo que debemos pensar en:
Amigos o familiares
Residencias caninas-guarderías
Si elegimos este punto, debemos siempre intentar buscar alguna reseña o preguntar a algún amigo, incluso a nuestro veterinario que nos recomiende alguna residencia de mascotas.
Sino podemos hacer ninguna de las cosas anteriores, una vez seleccionada la residencia o guardería debemos ir a visitarla, y que nos expliquen bien el tema de comidas, paseos, que harían si nuestro perro se pone enfermo…. Hay muchas guarderías que tienen un veterinario, lo que nos da mucha tranquilidad en el caso de que se pusiese enfermo en nuestra ausencia.
El Seguro para Mascotas MAPFRE pone a tu disposición un consultorio telefónico donde te informan y asesoran sobre residencia caninas, incluso hoteles que admiten animales.
Existen centros que nos podrán enviar videos de cómo están pasando su periodo de descanso a diario.
Particulares
También existen anuncios en Internet de particulares que cuidan perros en nuestra ausencia. Este punto debemos evaluarlo bien, hay gente muy buena y que lo hace bien, pero: ¿y si pasa algo en nuestra ausencia? ¿Tienen algún tipo de seguro? ¿Tienen posibilidad de pagar al veterinario si nuestro perro lo necesita? Por tanto, debemos pensar bien con quién les dejamos.
Hoy en día hay plataformas donde se anuncian estos cuidadores y a través de reseñas y puntuaciones puedes elegir el más indicado para tu mascota. Una de las ventajas de este servicio es que hay particulares que solo cuidan a un perro, por lo que dependiendo de la personalidad del animal puede ser conveniente explorar esta opción.
Elijamos lo que elijamos tendremos que pensar que será un sitio donde, aunque estemos lejos, no pensemos ni nos agobiemos con que estén bien, porque estaremos seguros de que lo está. Y así podremos disfrutar de unos días de descanso total.