¿Llevas tiempo queriendo aprender a montar a caballo y por fin te has decidido a tomar clases en una escuela de hípica? Si es así, debes saber que este tipo de centros, debido a la actividad que desarrollan, suelen exigir a sus clientes algunas medidas de seguridad para reducir, en la medida de lo posible, las responsabilidades en que puedan incurrir, como por ejemplo las derivadas de una caída del caballo.
Así, por norma general, es obligatorio el uso del casco siempre que se esté montando y de forma opcional, es recomendable llevar pantalón de montar, botas y guantes. Del mismo modo, las escuelas de hípica también suelen desarrollar un reglamento interno para el uso correcto de las instalaciones.
Dado que el caballo es un animal que puede ser impulsivo, podría realizar algún movimiento brusco que provoque un accidente, incluso cuando está perfectamente domesticado. Para cubrir este tipo de situaciones, entre las que se incluye la caída del caballo, las escuelas de hípica cuentan con un seguro de responsabilidad civil y accidentes para indemnizar a las víctimas por los daños ocasionados.
Los centros hípicos, como propietarios de los caballos, están obligados a responder de los perjuicios y lesiones ocasionados por el animal. Lo mismo sucede si se trata de un particular que posee un caballo: deberá cubrir los daños que el animal ocasione a terceras personas, como un mordisco, una patada o cuando se vea involucrado en un accidente de tráfico.
No hay que olvidar que en la reclamación de daños se deben incluir los siguientes conceptos para que la escuela de hípica se haga cargo de los costes: cuidados curativos, tiempo de hospitalización, periodo de incapacidad temporal, posibles secuelas físicas, etc.
Otras coberturas de los seguros para caballos
Los seguros que respaldan a los caballos, además de la cobertura de responsabilidad civil, también deben incluir otras como pueden ser:
– Muerte o sacrificio por enfermedad o accidente del animal.
– Cobertura frente a los riesgos de transporte de los caballos.
– Protección del animal en ferias, concursos y exposiciones.
– Asistencia veterinaria por diferentes patologías, como por ejemplo cólico, problemas respiratorios, afecciones ortopédicas, etc.
– Robo.
– Retirada de cadáveres.
– Peste equina.
– Cobertura para los casos de yeguas reproductoras, donde se incluyan determinadas cuestiones como el aborto, parto distócico, reabsorción embrionaria, pérdida de la función reproductora, entre otras.
Si tenías alguna duda sobre la seguridad en un centro hípico, probablemente esta información te ayude a decidirte y disfrutar con total tranquilidad del mundo de la equitación, sin sentir demasiado miedo a las posibles consecuencias que pueda originar una caída del caballo. Puedes buscar información de diferentes escuelas de tu ciudad y elegir la que más confianza te aporte. No obstante, si ya dispones de tu propia cuadra de caballos, igual de importante es la seguridad, como la que ofrecen los Seguros para Animales MAPFRE, entre los que se incluye uno específico para caballos, con diferentes coberturas opcionales para cada caso.