Cuando se quiere practicar un deporte de forma segura, lo más aconsejable es estar en posesión de la licencia federativa correspondiente para cubrir los riesgos que dicho deporte puede acarrear. En el caso de la hípica, se trata de dos deportistas: jinete y caballo. Si la licencia para el primero es importante, más aún lo es la del caballo, ya que si provoca un accidente a terceros puede acarrear graves problemas. Para obtener dichas licencias, hay que acudir a la federación hípica que corresponda según el territorio.
¿Por qué federarse?
Pensar que los únicos que deben federarse son los jinetes que quieren competir en alguna disciplina es un error. Ya sea para dar paseos por el campo, para competir o para dar clases, la licencia federativa es un seguro que protege al usuario en caso de sufrir un accidente con su caballo.
Las principales ventajas que ofrecen las federaciones son:
- Las federaciones de hípica ofrecen un seguro de accidente médico, que cubre los accidentes producidos en la práctica deportiva, competiciones, entrenamientos o por el trato con el caballo. No obstante, es muy recomendable contratar un seguro para caballos que, además de la responsabilidad civil, incluya asistencia veterinaria, sacrificio, riesgo de transporte, robo, y otras coberturas que den respuesta a los problemas del animal.
- Otra de las ventajas que se obtiene con la licencia es que muchas federaciones ofrecen descuentos, cursos y actividades a su federados.
En cualquier caso, cabe recordar que no es obligatorio federarse, a no ser que lo que se quiera sea participar en concursos de ámbito nacional o impartir clases de equitación. En ambas situaciones, la licencia es un requisito imprescindible. Además, algunos centros hípicos exigen a sus abonados estar federados. Para ello, el aficionado debe acudir a la federación hípica de su Comunidad Autónoma y solicitar información al respecto.
Federaciones hípicas en España
Tipos de licencias
Todas las federaciones ofrecen licencias destinadas a los jinetes (infantiles, alevines, juveniles y adultos) y a los caballos, que se suelen organizar entre licencias de competidor (LAC) y de no competidor. En cuanto a la validez, pueden ser para el ámbito territorial de la federación o a nivel nacional.
Además, las licencias para caballo se complementan con la expedición del libro de identificación caballar (LIC), necesario para participar en competiciones deportivas, y la tarjeta de reconocimiento. El LIC es el documento en el que aparecen los datos de interés del animal:
- Fecha de nacimiento, sexo, raza, etc.
- Chip con todos los datos necesarios para su identificación.
- Árbol genealógico del caballo.
- Registro de vacunas (para poder concursar deben estar todas las vacunas al día).
- Gráfico del animal, donde se registran las marcas visibles del caballo.
- Firma del vendedor y el comprador del animal.
Duración de la licencia
Por norma general, las federaciones hípicas emiten las licencias anualmente, y su validez abarca desde el momento de la expedición hasta el 31 de diciembre de dicho año. Es decir, si la licencia de expide en noviembre, por ejemplo, habrá que volver a solicitarla en el mes de enero.