Es recomendable que si de forma eventual, alguien va a conducir tu vehículo, le des de alta como conductor ocasional. Establecer un segundo conductor es una forma de reducir riesgos y asegurarnos de que podremos hacer uso de nuestro seguro en todo momento. Podrás hacerlo vía telefónica o acudiendo a cualquiera de nuestras oficinas.
Esta circunstancia ha de quedar reflejada al contratar el seguro, puesto que supone un evidente aumento de los riesgos.
¿Qué se considera conductor ocasional?
Es aquel que utiliza el coche de forma eventual y podemos dar de alta tantos conductores ocasionales como necesitemos. Sin embargo, de cara a facilitar la gestión, las aseguradoras dan la posibilidad de que sea uno el que figure como tal. En este caso, el que suponga un riesgo mayor, por el hecho de tener menos de 25 años o haber conseguido el carnet de conducir menos de 5 años antes.
¿Afecta al precio del seguro?
El conductor ocasional encarece la póliza, puesto que incrementa el coste de la prima que debemos pagar. Debes saber que la opción de no comunicar su existencia tiene consecuencias graves: en caso de accidente con participación de un conductor alternativo al titular y que no haya sido acreditado por MAPFRE como ocasional, el seguro no se haría cargo de los gastos.
Condiciones que se aplican a los conductores ocasionales
Suele haber un recargo en la póliza que oscila entre el 30% y el 50%. Su cálculo se establece sobre la base total.
La exigencia de una franquicia va unida a la figura del conductor ocasional. La cantidad que suele pedirse está entre 200 y 500 euros. Se trata, evidentemente, de una reserva que la aseguradora manifiesta ante el riesgo que implican estos conductores.
Las bonificaciones de las que se aprovechan los conductores con mejores expedientes en sus contratos pueden desaparecer cuando los conductores adicionales destacan por los siniestros en los que se ven relacionados.