Los seguros de vida permiten que los beneficiarios que el asegurado haya establecido perciban una cuantía económica en caso de fallecimiento o invalidez del asegurado. Las coberturas, la cantidad económica y demás condicionantes se fijan en el momento de la firma de la póliza.
El montante general de los seguros de vida en España lleva una tónica ascendente que en líneas generales se debe a la vinculación que de ellos se hace la contratación de hipotecas, ya que muchas entidades bancarias obligan a sus clientes a firmar una póliza de seguro de vida como requisito imprescindible para contratar un préstamo de tan larga duración.
¿Quién puede contratar un seguro de vida?
En el momento de contratar un seguro de vida queda fijado quién será el beneficiario, es decir, quién será la persona que recibirá el dinero de la prima en caso de que el asegurado fallezca. El beneficiario puede modificarse a lo largo de la vida de la póliza y su condición es transmisible a causa de una herencia.
Qué aspectos se tienen en cuenta a la hora de contratar un seguro de vida
Los aspectos que influyen en el momento de contratar un seguro de vida son diversos. Entre ellos, la situación personal, es decir, el estado civil, el número de personas a su cargo, el tipo de actividad que desempeña en el caso de que suponga una situación de riesgo, etc. También debe considerarse la situación económica del asegurado, que engloba sus inversiones, sus deudas o los préstamos que tenga contraídos.
Hay factores personales que también son determinantes en un seguro de vida, al igual que ocurre con un seguro médico: el sexo, la edad y enfermedades padecidas por el asegurado y sus parientes, si es fumador o consumidor de alcohol, drogas…
La gestión de una modalidad de seguros de vida enfocados al ahorro de la economía familiar a largo plazo es, sin duda, una alternativa pensada para complementar la pensión de jubilación.
En conclusión, las coberturas principales de los seguros de vida de MAPFRE son cubrir el fallecimiento, la invalidez y la dependencia del asegurado. Su finalidad es anteponerse a la pérdida de un miembro de la familia y, por consiguiente, de sus ingresos, con las consecuencias que eso conlleva a la hora de afrontar los pagos, préstamos, deudas, etc.