Al igual que protegemos las diferentes parcelas de nuestra vida privada, en los últimos años se ha hecho necesario también asegurar nuestros dispositivos móviles debido a la ingente cantidad de información que almacenamos en ellos. Hoy en día guardamos en el móvil no sólo los datos de nuestros contactos, sino otros documentos de carácter personal como fotos, conversaciones, citas, cuentas bancarias, etc. Sin duda los teléfonos móviles son una extensión de nuestras vidas y dada la gran ayuda que nos reportan, es crucial protegerlos frente a ataques externos.
Según el modelo de que se trate, es posible bloquear el móvil de distintas maneras. Así evitamos que en caso de robo o pérdida, terceras personas puedan disponer de su contenido con las graves consecuencias que ello puede desencadenar. Entre los métodos más populares se encuentran la huella digital, el código PIN, el patrón de desbloqueo o la contraseña, aunque las compañías tecnológicas están centrando sus esfuerzos en sacar al mercado otras alternativas que aporten una mayor seguridad a los dispositivos.
¿Cuál es el mejor modo de bloquear el móvil?
Aunque a priori se pueda pensar que se trata de una protección total debido a que no existen dos huellas dactilares iguales, los hackers pueden encontrar la solución idónea para calcar la marca del dedo y poder acceder a la información del dispositivo. Además, en ciertas ocasiones los móviles presentan algunos problemas para reconocer la huella digital, sobre todo cuando la piel está húmeda o ha sufrido algún daño. En estos casos es preciso repetir la acción varias veces hasta que el teléfono identifica la huella o bien es necesario optar por introducir un código para desactivar el bloqueo del móvil.
Por su parte, si elegimos un código para proteger el dispositivo, según la marca es posible acceder a alternativas más o menos seguras. En algunos casos, la contraseña sólo se puede crear utilizando números y en otros, alternando cifras y letras.
Para que un código formado únicamente por números sea más eficaz es necesario que cuente con al menos 8 dígitos. Por norma general, la longitud que se permite oscila entre 4 y 16 números, por lo que las combinaciones que se pueden llegar a realizar son innumerables y así, las posibilidades de que alguien averigua la contraseña son mínimas.
No obstante, para bloquear el móvil con mayores garantías es preferible elegir una contraseña alfanumérica en la que se puedan alternar números y letras, tanto en mayúsculas como en minúsculas.
Entre elegir la huella digital o el código para proteger el móvil hay que valorar los pros y los contras de cada sistema. Aunque la huella dactilar resulta realmente cómodo para desbloquear el dispositivo a diario, las contraseñas ofrecen un nivel más alto de seguridad. Es obvio que la marca de los dedos es algo personal y único, pero en ciertos casos es posible copiarla. Sin embargo, un código, excepto cuando se utilizan programas para descifrarlo, sólo está en la mente del usuario.
En cualquier caso, podría decirse que no existe un método que sea seguro al 100 por 100, ya que al igual que existen formas de bloquear el móvil también surgen técnicas para acceder sin permiso al teléfono. Por ello, es importante disponer de un seguro de hogar que incluya entre sus coberturas un servicio de protección digital.