Las causas que provocan una subida de tensión eléctrica son muy variadas, aunque por norma general destacan los fallos en la red de suministro, así como el impacto de un rayo durante una tormenta en un lugar cercano. En este último supuesto, es interesante saber que la corriente que se induce por el fenómeno meteorológico puede afectar a la red, aunque no entre en contacto directo con ella.
Protección frente a las sobretensiones eléctricas
Aunque la mayoría de los picos de tensión suelen ser transitorios y de corta duración, también es necesario mencionar que pueden ser permanentes, manteniéndose durante varios días e incluso de forma continuada si el problema es grave.
Es posible recurrir a una protección específica para conseguir que el servicio no se interrumpa por este factor, así como para incrementar la seguridad de los bienes y las personas que se encuentran en el hogar. En concreto, esta protección se consigue a través de la instalación de unos dispositivos que responden con suma rapidez ante un pico de tensión: aproximadamente entre 20 y 100 nanosegundos. Mientras la tensión sea normal, estos protectores permanecen inactivos. Únicamente cuando tiene lugar una sobretensión, se activa su funcionamiento para conducir la corriente, ya sea de un rayo u otro motivo, a la tierra y evitar así que se produzcan daños en el sistema eléctrico y en los equipos enchufados.
Según las necesidades de cada vivienda, se pueden instalar uno o varios protectores que aseguren la red eléctrica. De esta forma, no se produce ningún corte de suministro y contribuye a alargar la vida útil del sistema. Aunque los protectores para sobretensión eléctrica son una buena solución en las viviendas, también se utilizan en oficinas y lugares de trabajo.