El seguro del alquiler en nuestro país se está convirtiendo en una de las herramientas más solicitadas por los propietarios de inmuebles en este régimen, hasta tal punto que está sustituyendo al aval como medida de protección ante el impago de las rentas, según el Observatorio Español del Seguro de Alquiler (OESA).
Los seguros de alquiler están presentes en el 17 por ciento de los nuevos alquileres rozando casi el 20 que registra el aval, pues reducen la morosidad hasta en un 85 por ciento y retrasan el inicio del impago hasta la novena o décima mensualidad, mientras que aquellos dueños de viviendas alquiladas que no cuentan con esta garantía sufren la morosidad del inquilino desde el tercer mes.
En este sentido, OESA destaca que el importe medio del alquiler vinculado a un seguro en España es de 601,89 euros y que la prima del seguro se establece en una media de 241,97 euros al año. Para rentas más altas los seguros de alquiler no tienen tanta presencia, sobre todo en aquellas mensualidades de más de 1.000 euros, para los que se contratan en un 5,69 por ciento.
Dar de alta un seguro de alquiler es un proceso rápido y sencillo para el propietario, ya que la mayoría de las solicitudes se tramitan en tres días aproximadamente. En cuanto al arrendatario, el perfil socioeconómico del inquilino de las pólizas de protección del alquiler es un varón de entre 25 y 45 años con unos ingresos medios de 1.700 euros brutos al mes y que está empleado por cuenta ajena, en un 81,14 por ciento; seguido por autónomos, en un 12,6 por ciento; pensionistas, en un 5,62 por ciento; y personas jurídicas o empresas, en un 0,64 por ciento.
El seguro de alquiler es un producto que fideliza al cliente, y es que dos de cada tres clientes renueva la póliza. Y, según la cobertura, la más solicitada es la de impago de las rentas hasta en doce meses, incluida en el 58,63 por ciento de los casos.