Con los intentos de Hacienda para combatir la evasión fiscal y la economía sumergida, se ha ido endureciendo el procedimiento tributario y se revisan con más detalle. La entrega de los borradores también se ha adaptado a la tecnología moderna y, a partir de 2017, se apuesta por el formato online, que es mucho más sencillo a la hora de manejar cantidades ingentes de datos y formularios.
Usar el borrador online es bastante sencillo
Aun así, todavía se dan casos de errores en los que elabora Hacienda, así que es muy importante revisarlo para comprobar que todos los datos son correctos, se aplican las reducciones correspondientes o la franja tributaria correcta. Si remitimos un borrador erróneo, podríamos sufrir una sanción posterior.
Solicitar los servicios de un gestor no es necesario a la hora de hacer la declaración de la renta; sin embargo, tiene algunas ventajas (y los precios suelen ser competitivos) que pueden ahorrar muchos dolores de cabeza a los contribuyentes.
Por ello, para declaraciones sencillas como solo rentas del trabajo, rendimientos de cuentas corrientes o planes de pensiones, el borrador que remite la Agencia Tributaria suele estar bien (de todas formas hay que comprobarlo, ya que es responsabilidad del declarante), y basta con confirmarlo.
En cambio, si nuestro borrador presenta situaciones anómalas o dudas sobre deducciones, lo mejor es acudir a la ayuda de un profesional que se conozca la ley al dedillo y nos resuelva los problemas con facilidad. Normalmente los gestores de IRPF suelen ser abogados especializados en fiscalidad, y si necesitas los servicios de uno, no dudes en contactar con la asistencia jurídica que tienes a tu disposición con tu Seguro de Hogar MAPFRE, ellos sabrán indicarte en la dirección correcta.
Así, los gestores te aseguran que revisan a fondo tu declaración y tienen en cuenta tus circunstancias personales para que las deducciones se apliquen adecuadamente. Las deducciones estatales (hipoteca, maternidad, familia numerosa…) suelen estar computadas ya, pero las autonómicas no salen el borrador. Ellos sabrán si optas a alguna y te ayudarán a incluirla en tu declaración.
Generalmente, el IRPF se presenta de forma individual, pero si todos los miembros de la unidad familiar son contribuyentes, se puede hacer de forma conjunta. Es importante saber por qué modalidad optar, pues la diferencia entre las cantidades suele ser considerable.
Además, comprueban con eficiencia que se apliquen los rendimientos del trabajo correctos (salario, prestaciones por desempleo…) y que no aparezcan duplicados. Por otra parte, calcula el tipo de retención para los mínimos por descendientes (menores de 25 que viven en el hogar y no superan los 8.000 euros de ingresos anuales).
Finalmente, y por lo que son más solicitados los gestores, es su conocimiento de materias más complejas como conceptos por donativos, compraventa de acciones, ganancias y pérdidas patrimoniales o gastos deducibles por el alquiler de una vivienda (gastos de alquiler, IBI, suministros, reparaciones, gastos de comunidad…).
En definitiva, cualquier detalle que se le puede escapar al ciudadano de a pie y pueden convertirse, aunque no lo sepamos, en la diferencia entre un borrador que sale a devolver o una sanción por haber presentado un borrador erróneo.
Hacer la declaración del IRPF es un proceso administrativo que a nadie le gusta, pero con la ayuda de un gestor el trámite se vuelve un poco más fácil de llevar. Si no tienes ningún problema con revisar tú mismo el borrador: en realidad hay muchos recursos por internet que te ayudan a ello; no dudes en hacerlo tú mismo. Pero si no te sientes a gusto, recuerda que hay un mercado para todo y que puedes acudir a la ayuda de un gestor.