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Consejos para tu salud dental

Afectaciones dentales o del periodonto pueden traducirse en problemas psicológicos y de autoestima. No olvidemos que nuestro aspecto externo es la primera carta de presentación e, inevitablemente, una sonrisa tiene una atracción especial hacia nuestro interlocutor.
Tan importante es prevenir la aparición de caries y gingivitis como detectarlas y tratarlas a tiempo.  Cuando el proceso inflamatorio está evolucionado pone en peligro la integridad del diente.
Afortunadamente, tenemos a nuestra disposición un gran repertorio de productos específicos para la salud dental. Sin embargo, es preciso perseverancia y constancia en las rutinas diarias. Los resultados obtenidos serán la mejor recompensa.

El cepillo, la pasta, el hilo, el cepillo interproximal, los hábitos alimentarios, las visitas al dentista… todo es importante para hacer que nuestros dientes luzcan sanos y brillantes. A pesar de que son medidas básicas debemos incluirlas en nuestros hábitos diarios:

  1. Cepíllate los dientes. Debes hacerlo, al menos, después de cada comida. Pero sobre todo por la mañana y antes de irte a dormir (estos dos momentos son ineludibles).  Invierte el tiempo necesario en cada cepillado, aproximadamente dos o tres minutos. Debes cepillar todas las caras expuestas del diente y, por supuesto, de las dos arcadas.  Ello evitará el depósito de placa bacteriana y la aparición de caries y enfermedad periodontal.
  2. Usa una técnica correcta de cepillado. Los movimientos del cepillo deben ser lentos, cortos, elípticos y suaves (para que no se desgaste el esmalte dental). Presta especial atención a las encías, los dientes posteriores y la lengua (conseguirás eliminar las bacterias causantes de la sobreinfección). Existen numerosos tutoriales que muestran la forma correcta de cepillarse los dientes. Recuerda que tu odontólogo te lo puede explicar.
  3. Usa el cepillo que prefieras. Según tu destreza pueda estar indicado un tipo u otro de cepillo. Para personas de edad avanzada o patología reumatológica o degenerativa el cepillo eléctrico puede ser de elección porque se sujeta mejor y facilita un cepillado homogéneo. Sin embargo, un cepillo manual puede ser más fácilmente manejado si la técnica es la correcta.
  4. Renueva el cepillo frecuentemente. Cuando las cerdas se abren, la superficie de cepillado se hace irregular y puede ocasionar desgaste en el esmalte dental. La frecuencia de recambio va a depender del uso que le des al cepillo y de la fuerza que le apliques. Lo ideal sería recambiarlo cada dos meses aproximadamente.
  5. Elige la pasta adecuada. En general, debe usarse una pasta dentífrica con flúor, aunque existen pastas específicas adaptadas a las diferentes patologías que puedan presentarse en boca e incluso adaptadas a la aparatología que puedas llevar, por ejemplo, a la ortodoncia.
  6. El hilo dental. Está destinado fundamentalmente a asegurar la correcta higiene de los espacios interproximales donde anidan las temidas caries que afectan a dos dientes consecutivos. El hilo debe usarse antes del cepillado y con la finalidad de arrastrar los restos alimentarios que se encuentran en dichos espacios. Posteriormente completaremos la limpieza con el cepillado convencional.
  7. Sobre los enjuagues bucales. Existen diferentes criterios profesionales al respecto. Si bien es cierto que el uso de colutorio tiene efecto antiséptico y antibacteriano no podemos obviar que el uso prolongado puede afectar la calidad del esmalte e incluso pigmentarlo.
  8. Visita a tu odontólogo periódicamente. Acude al menos una vez anualmente. Si detecta alguna caries incipiente podrá ser tratada precozmente antes de que ocasione daños en capas más profundas del diente. Recuerda que la mayoría de caries dentales no ocasionan síntomas hasta que el proceso está avanzado y próximo a la pulpa dental o nervio.
  9. Hazte una tartrectomía dental anual. La higiene dental mediante ultrasonidos eliminará las manchas de la superficie del esmalte y arrastrará la placa bacteriana depositada en el borde gingival (que podría ocasionar periodontitis, de evolución mucho más tórpida).
  10. Cuida tus hábitos alimentarios. Si tienes una necesidad imperiosa de comer una gominola no dejes de hacerlo, pero cepíllate la boca posteriormente. Recuerda que existe repostería sin azúcar. El chicle sin azúcar estimula la síntesis salival que favorece el arrastre de los gérmenes.
  11. Mantén una dieta equilibrada. Llevar una alimentación rica, variada y saludable mejora el sistema inmunológico y aumenta las defensas, lo que también repercute en la salud bucodental.

Si tienes en cuenta estos consejos y los llevas a la práctica conseguirás gozar de una salud bucodental impecable.
Si tienes alguna duda al respecto, tu Seguro Dental MAPFRE pone a tu disposición un teléfono de asistencia bucodental para cualquier pregunta relacionada con la salud de tus dientes, presupuestos bucodentales o franquicias.

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