Con esta reforma de la Ley de Protección Animal no sólo los perros de caza quedan al margen de lo estipulado en la misma, sino que además, se elimina la obligatoriedad de esterilizar a los canes de perreras, jaurías o rehalas no dedicadas a la cría. Esto último se traduce en que estos centros contarán con la libertad suficiente para poder dedicarse a este cometido según sus propias políticas.
Ante esta decisión, los colectivos en defensa de los animales han puesto en marcha una campaña para conseguir que la Ley de Bienestar Animal sea efectiva para cualquier especie. La base de esta idea es, tal como el propio nombre de la disposición indica, ayudar y proteger a todos los animales, independientemente de su condición.
Controversia en la Ley de Protección Animal
Desde las asociaciones de caza apuntan a que estas modificaciones en la Ley de Protección Animal benefician al sector, ya que de lo contrario se puede poner en riesgo la viabilidad de la caza con perros. Los argumentos de esta parte se basan en que la anterior normativa podía dar lugar a la prohibición de ciertas modalidades de caza.
Sin embargo, desde el punto de vista de los animalistas, los cambios en esta ley para excluir a los perros de caza dan luz verde a que se puedan producir todo tipo de maltratos, agresiones, abandono o cualquier otra práctica que atente contra la vida y la integridad física o psicológica de estos animales. Si la normativa llega a materializarse, estos organismos alertan de que ninguna de las obligaciones y prohibiciones que se recogen en ella serán de aplicación para este tipo de perros.
Por ello, la campaña que se ha lanzado a nivel internacional para evitar que se excluyan los perros de caza de la Ley de Protección Animal defiende que este precepto podría suponer un gran retroceso en la protección de los animales y reclama que cualquier hecho perjudicial no quede impune y se sancione con la pena correspondiente. Para ello, se ha divulgado un vídeo en diferentes idiomas donde se refleja la dramática situación que pueden vivir estos perros si finalmente quedan desamparados.
Como respuesta a este plan, se ha dado a conocer que la norma establecerá una serie de medidas imprescindibles para inducir a una tenencia responsable que estén basadas en la protección de los perros de caza y sobre todo en evitar las reproducciones indeseadas de animales. En este sentido también es importante el aspecto de la esterilización que se modifica en la Ley de Protección Animal. Según afirman los sectores más cercanos a la actividad cinegética, si se obliga a esterilizar a los animales puede derivar en la desaparición de las rehalas con las consiguientes consecuencias negativas en algunas modalidades de caza mayor y menor.
Otras modificaciones que se piden a la Ley de Bienestar Animal están basadas en la admisión de otras prácticas, como el tiro al pichón y codorniz, así como una reducción en las sanciones por infracciones a esta normativa, ya que quienes practican la caza de forma asidua consideran que son desproporcionadas.
Por suerte, la sociedad está cada vez más concienciada en contra del maltrato animal y por ello surgen iniciativas como esta campaña para lograr que no se excluyan los perros de caza de la ley.