Después de cada jornada cinegética es recomendable limpiar y engrasar las armas de caza, aunque si esta recomendación se pasa por alto, una vez terminada la temporada de cacería es necesario revisar todo el armamento para ponerlo a punto y arreglar lo que fuera necesario.
Por norma general, los rifles y escopetas están fabricados con piezas de metal y de madera, dos materiales que presentan una escasa resistencia a la humedad. Para evitar que se deterioren de forma prematura es conveniente revisar el conjunto para retirar el agua que pueda tener acumulada. En el supuesto de residir en zonas húmedas, se debe tomar una mayor precaución en este tipo de cuidado.
Si habitualmente las armas de caza no se utilizan o se emplean en contadas ocasiones, se recomienda llevarlas a un armero profesional para que examine su estado cada dos años. Las comprobaciones por parte de un experto determinan en qué condiciones se encuentran, así como si existen holguras, si el cierre presenta problemas, etc. Después de haber realizado los ajustes correspondientes, se puede volver a utilizar el arma con total seguridad.
Cuidados básicos de las armas de caza
- Antes de proceder a limpiar las armas de caza es fundamental que estén descargadas. Es importante que esta tarea se realice de forma periódica o lo antes posible después del uso para evitar que se acumule suciedad. No es necesario desarmar todo el conjunto para realizar el mantenimiento, sino que retirando las partes básicas para acceder a cualquier rincón es suficiente.
- Para eliminar la humedad de la zona exterior basta con utilizar un trapo de lana.
- En la recámara es aconsejable usar un paño humedecido en disolvente para eliminar los restos de pólvora, plomo y latón.
- Para dejar impolutos los cañones es preciso emplear las escobillas más adecuadas al modelo de rifle para limpiar los restos de pólvora o de cualquier otro residuo. Para ello, también se puede aplicar un disolvente u otro producto especial.
- Cuando llega el momento de aplicar aceite en toda la superficie metálica es muy importante retirar los excesos con un trapo limpio después. En caso contrario, puede ocurrir que el líquido se seque y se acumule en determinadas piezas interiores que terminarán bloqueándose.
- Aunque la madera suele ser la parte por la que se sujeta el arma de caza, también se debe examinar su estado y verificar los ajustes.
¿Cómo se deben guardar las armas de caza?
- Después de haber limpiado las armas de caza a conciencia, llega el momento de desmontarlas para guardarlas en un lugar seguro.
- La forma más idónea de proteger los rifles, escopetas o pistolas es en un armero. En este sentido, es fundamental elegir un lugar que esté fuera del alcance de los niños o de terceras personas.
- Hay que asegurarse que el espacio elegido para guardar las armas de caza tenga un ambiente seco para que la humedad no provoque estragos en las mismas. Para evitarlo, un truco consiste en colocar un poco de arroz en la base del armero con el objetivo de reducir la condensación.
- Por otro lado, la munición se debe almacenar en un lugar seco donde no se alcancen altas temperaturas.
Con estas recomendaciones, cuando llegue la próxima temporada de caza, las armas se encontrarán en perfecto estado, listas para utilizarse. Pero además de cuidar estos instrumentos, es conveniente contar con una protección de calidad como la que ofrecen los seguros de caza, cuya contratación además es obligatoria en todo el territorio nacional.