La pesca es una de las actividades deportivas más gratificantes que hay, y no solamente por experimentar esa intensa excitación al notar la picada y la lucha del pez por soltarse del anzuelo –cosa que haremos nosotros posteriormente si conseguimos sacarlo– sino por todo lo que rodea a esta actividad.
El entorno en el que se desarrolla esta actividad no puede ser más placentero. Se trata de lugares bellos, serenos, en muchas ocasiones mágicos, con un encanto especial que nos proporcionan serenidad, paz, tranquilidad, sosiego, sensación de felicidad. Estar en contacto con el mar, la naturaleza, disfrutando del aire libre, lejos de ruidos, humos, voces, aglomeraciones, produce una relajación profunda, casi meditativa, que lo convierten en un buen ejercicio tanto para el cuerpo como para el alma. Al mismo tiempo, nos hace valorar el medio ambiente y desarrollar una conciencia de conservación del medio natural para poder seguir disfrutando de él.
La pesca sirve también para estrechar lazos afectivos si vas en compañía de algún familiar o amigo por compartir una afición común con total entrega, sin prisas, ni agobios de tiempo. Pero aún cuando vayas solo, te será de gran ayuda para evadirte de los problemas y relajarte, para meditar y encontrarte contigo mismo.
Zonas de pesca
Si tu deseo es practicar la pesca en el mar, debes saber que tanto el mar Mediterráneo, como el océano Atlántico y el mar Cantábrico son perfectos para disfrutar de la pesca deportiva. La costa española está dividida en cuatro zonas:
- Cantábrica y Noroeste
- Sur-Atlántica o Golfo de Cádiz
- Mediterránea
- Canaria
Cada una de nuestras costas tiene unas características distintas: la bravura del Cantábrico, la inmensidad del Atlántico o la placidez del Mediterráneo. Y en cada una de ellas existen multitud de lugares para disfrutar de la pesca a orillas del mar.
En la zona Cantábrica y Noroeste, Asturias nos ofrece infinidad de playas y promontorios en los que practicar el surfcasting. Por ejemplo, la playa de Lastres y sus acantilados, en Asturias, donde se pueden pescar chopas y botones; la playa de Langosteira, con su fuerte oleaje, en Galicia, para la pesca de róbalos y de sardinas para cebo.
La zona Sur-Atlántica cuenta con muchos arenales, como los de la costa de Cádiz y de Huelva, en los que poder practicar nuestro deporte. La zona del estrecho de Gibraltar es un lugar ideal por la abundancia de alimento que mueven las fuertes corrientes y atrae a gran cantidad de especies. La región andaluza está entre los mejores lugares del mundo para practicar la pesca deportiva.
En la zona Mediterránea, hay que destacar las playas de Saler, en Valencia, y las de Peñíscola y Vinaroz, en Castellón. Un poco más arriba tenemos una zona que, por su propia morfología, actúa como criadero natural y alberga una gran variedad de especies: el Delta del Ebro.
Surfcasting, la pesca a pie de playa
Si eres novato en estas lides o no quieres gastarte mucho dinero en alquilar una embarcación, puedes practicar la modalidad conocida como surfcasting, que consiste en la pesca con caña desde la orilla del mar, en espigones, puertos, playas o estuarios.
Algunas playas de fondo rocoso son también un lugar ideal para la pesca de ciertas especies, como la dorada, que buscan moluscos y crustáceos entre las rocas.
En cualquier caso, en las estaciones náuticas existentes en todo el litoral español encontrarás información sobre licencias y consejos para navegar, así como información clave para organizar una jornada de pesca, etc.
Además, los pescadores que realicen su actividad en Andalucía, Cataluña y Murcia tienen la obligación de contratar un seguro de pesca con cobertura de responsabilidad civil. Para el resto de aficionados a la pesca, contar con un seguro específico les protegerá ante diversos imprevistos, como los accidentes personales.