El fin de quienes se decantan por contratar un seguro de decesos es evitar que la familia tenga que asumir los costes, así como toda la burocracia administrativa, que rodea a su muerte. No obstante, antes de contratar este tipo de seguros es necesario tener en cuenta algunos detalles:
- Lo más recomendable es contratar un seguro de decesos a partir de los 40 años, ya que antes de esta edad no es muy rentable.
- Comprueba que la póliza que vas a contratar ofrece las coberturas más completas: servicio funerario íntegro, tramitación de documentos por fallecimiento, asistencia en viaje, consulta jurídica, repatriación, etc.
- Del mismo modo, es necesario analizar las exclusiones y limitaciones que se recogen en las condiciones particulares del seguro.
- Uno de los puntos más importantes que deben quedar claros antes de firmar el contrato es si la compañía aseguradora abonará a la familia la diferencia entre los gastos del fallecimiento y el coste que estuviera asegurado, en el caso de que éste último sea superior a lo que verdaderamente la aseguradora ha desembolsado.
- En el caso de que tengas contratado un seguro de vida o de salud, puedes revisar si están incluidos ciertos servicios relacionados con el óbito. Esto te ayudará a diseñar mejor tu seguro de decesos con las coberturas que creas más convenientes según tus necesidades.
- Analiza el tipo de prima que más te interesa pagar, si nivelada (va aumentando de forma constante), natural (se incrementa conforme avanza la edad del asegurado), mixta o pago único.
- No olvides fijarte en los periodos de carencia, copagos o cualquier otra cláusula que se incluya en el seguro y que afecte al disfrute de sus ventajas.
- Compara entre la amplia variedad de seguros de decesos que existen en el mercado, haciendo una valoración cualitativa entre el precio y las coberturas ofrecidas.
- Elige, entre las diferentes posibilidades de pago que te ofrezca la compañía aseguradora, aquella que mejor se adapte a tus circunstancias económicas (mensual, trimestral, semestral o anual).
- Solicita al gestor de la compañía que te informe de todos los factores que irán influyendo en el precio de la prima, tales como edad, variaciones en el precio de los servicios funerarios de tu localidad, cambios en el capital asegurado, etc.
Cuando ya has contratado tu seguro de decesos
Una vez que ya te has decidido por el seguro que mejor se ajusta a lo que estabas buscando, procura guardar una copia de la póliza y el justificante del último pago. Del mismo modo, es fundamental informar a los familiares sobre la existencia de este seguro para que cuando llegue el momento, puedan solicitar los servicios contratados.
Dado que los gastos de un entierro suelen ser muy elevados, con un seguro de decesos podemos cerciorarnos de que nuestros seres queridos no tendrán que hacer frente a una carga económica que, posiblemente, no entraba en sus planes. Así, podría decirse que cuando se contrata un seguro de este tipo, se hace pensando en los más cercanos.
Como estas pólizas son las que tienen más arraigo en la mayor parte de los hogares, en muchas ocasiones se van transmitiendo de una generación a otra. Pero ello no implica que podamos olvidarnos de su revisión y de conocer las coberturas que ofrecen.