¿Cuántos tipos de embarcaciones a motor hay?

Cuando oímos hablar de tipos de embarcaciones, inmediatamente pensamos en pasar un buen día a bordo de un barco con la familia o los amigos. Aunque también es posible imaginarse un crucero, una lancha motora o una moto acuática. Como veremos a continuación, las posibilidades de adentrarse en el mar de forma motorizada son muy variadas y la elección depende de distintos factores, como por ejemplo las aficiones, las preferencias o el presupuesto disponible.

Es conveniente conocer las características más importantes de cada embarcación para decantarse por aquella que mejor responda a las necesidades personales. Además, también es preciso considerar la contratación de un seguro para embarcaciones, ya que en el caso de los modelos de recreo propulsados a motor es obligatorio.

• Auxiliares: en esta categoría se encuadran los tipos de embarcaciones que se utilizan para transportar personas y equipos entre la orilla y un barco de mayores dimensiones. Por norma general, se trata de pequeñas lanchas inflables que disponen de un motor de poca potencia. Su diseño permite montarlas y desmontarlas fácilmente para transportarlas sin apenas esfuerzo. Sin embargo, también es posible encontrar otras embarcaciones auxiliares que cuentan con una estructura más sofisticada para alcanzar mayores velocidades y ofrecer una comodidad superior.
• Lanchas de proa abierta: esta modalidad también se conoce con el nombre de “bowrider”. Se utilizan habitualmente como un crucero de día y dentro de la misma clase, existen diferentes diseños con más o menos funcionalidades. Es preciso considerar que las lanchas de proa abierta se pueden personalizar y que debido a su tamaño, se necesita un remolque para su transporte.
• Lanchas semirrígidas: este tipo de embarcaciones se caracterizan por tener el casco rígido e incorporar unos flotadores hinchables con motor fueraborda. Tradicionalmente siempre se han utilizado para uso profesional, sobre todo de seguridad de las costas, aunque en la actualidad han evolucionado para convertirse en una de las opciones más demandadas por los particulares.
• Lanchas cabinadas: este modelo es el más similar a un crucero, aunque en un tamaño mucho más inferior. Las lanchas cabinadas cuentan con una proa cerrada donde se encuentra la cabina principal que hace las veces de un pequeño apartamento donde se pueden pasar unos días a bordo cómodamente. Aunque la mayoría de este tipo de barcos se utilizan como recreo, también es posible encontrar cruceros de mayor tamaño que pueden recorrer largas distancias y que albergan un gran espacio interior.
• Barco de pesca deportiva: los aficionados a este deporte pueden disponer de una embarcación que se adapta perfectamente a sus movimientos. En esta categoría hay cabida para multitud de modelos, desde pequeñas lanchas con 5 metros de eslora hasta otros barcos con varias cubiertas y una estructura preparada para practicar esta actividad. A pesar de las diferencias en cuanto a prestaciones, casi todos los barcos de pesca deportiva suelen compartir una proa elevada para proteger de las olas, la estabilidad tanto en reposo como en circulación y una buena flotabilidad a baja velocidad.
• Motos acuáticas: aunque no se trata de un barco como tal, podemos incluir las motos de agua dentro de los tipos de embarcaciones a motor. Se caracterizan por ser un vehículo compacto y ligero que se puede conducir sentado o de pie. El manejo es muy similar al que requiere cualquier motocicleta, aunque debido a su rápida aceleración es recomendable tomar las precauciones necesarias para disfrutar de la sensación del agua sin ningún riesgo.