Antes de lanzarse al campo para practicar la actividad cinegética con los perros y las escopetas, conviene elegir también los compañeros de jornada para cazar en grupo siempre que sea posible. Éste es uno de los principales consejos de seguridad que cualquier cazador debe tener en cuenta, ya que, en el supuesto de producirse algún accidente, se puede contar con el apoyo y la asistencia de otras personas.
Los motivos que pueden dar lugar a un incidente durante la práctica de la caza son infinitos, como por ejemplo un despiste, un arma en mal estado, una equivocación, etc. Por ello, siempre se debe andar por el terreno acompañado como mínimo de otro cazador y hasta un número máximo que no interfiera en el correcto desarrollo de la actividad. El número medio de personas del grupo variará en función de la modalidad que se practique. Así, por ejemplo, no es conveniente cazar en un grupo grande cuando se realiza el tiro al perdigón porque pueden producirse disparos cruzados que suponen un grave peligro para los integrantes.
A grandes rasgos, se puede establecer un número aproximado entre 4 y 5 personas para cazar en grupo con una mayor comodidad y sin entorpecer los movimientos de cada uno. De esta manera, además de practicar la actividad cinegética con un respaldo y seguridad superiores, también ofrece la posibilidad de compartir coche para desplazarse al coto o la zona de caza.
Medidas para cazar en grupo con la máxima seguridad
- Cuando se practica la caza en grupo es necesario extremar las precauciones respecto a las armas. Esto significa estar pendientes en todo momento de la escopeta y de la posición que ocupan el resto de personas para que ningún descuido termine en una tragedia.
- El hecho de adentrarse en el terreno en compañía no debe ser excusa para atreverse con todo. Por ello, es conveniente suspender la jornada de caza cuando las condiciones del tiempo son adversas, como fuertes lluvias o excesiva niebla que reducen la visibilidad e incrementan el riesgo de sufrir un percance.
- Al cazar en grupo es aconsejable establecer una señal entre todos los miembros que haga referencia al momento en el que se puede comenzar la actividad.
- Una vez que haya finalizado la jornada, se debe evitar probar el arma o realizar otro tipo de maniobras con la misma que aumentan el peligro aún más si toda la cuadrilla se encuentra cerca.
- Durante los momentos en los que no se esté cazando, el arma tiene que llevarse siempre descargada o con el seguro puesto y apuntando hacia el suelo o el cielo, pero nunca hacia otro compañero.
- En el recorrido que se realiza hasta llegar al puesto concreto, la escopeta estará descargada y únicamente se prepara cuando se vaya a comenzar a disparar.
- Es fundamental saber en todo momento dónde se encuentran el resto de compañeros, así como accionar el gatillo con total certeza de que el objetivo es un animal y no una sombra que podría corresponderse con una persona.
- En las zonas con una espesa vegetación, sobre todo, es recomendable analizar la trayectoria de la bala antes de disparar para asegurarse de que no hay ningún obstáculo que pueda provocar el rebote del tiro.
- Aunque la caza en grupo invita en mayor medida a tomar alcohol, practicar esta actividad bajo sus efectos es un peligro considerable, ya que no permite actuar en condiciones normales.